APUNTES
PARA LA HISTORIA MUSICAL DE LAS MERCEDES DEL LLANO.
LOS
CORRALEROS DE MAJAGUAL EN LAS FIESTAS PATRONALES DEL PUEBLO.
Edgardo
Rafael Malaspina Guerra
1
La
orquesta colombiana Los Corraleros de
Majagual fue creado en 1962 por Antonio
Fuentes. El conjunto fue considerado el más importante de la llamada “música
costeña” y obtuvo múltiples premios en
su país y en el extranjero. En Venezuela fue galardonada con el Guaicaipuro de
Oro en 1967.
2
Se
considera a Los Corraleros de Majagual como reformadores de la música popular
colombiana por la incorporación de acordeones e instrumentos metálicos. Entre
sus más importantes cantantes están Alfredo Gutiérrez y Calixto Ochoa. Su nombre
proviene de una región colombiana muy conocida. Entre sus canciones más
famosas están: El Pájaro Picón, Hace un
Mes, Tingo al Tango, La Yerbita, Caballo Viejo, Festival en Guararé y La Pollera
colorá, entre muchos otros éxitos.
3
Los
acordeones de Los Corraleros de Majagual se escucharon en las Fiestas
Patronales del pueblo. Los artistas entraron al pueblo y al chequear sus
instrumentos se dieron cuenta de que el sonido estaba fallando. El propio Alfredo
Gutiérrez se presentó en nuestra casa, porque se informó de que Mundito tenía
un sonido en su conjunto musical, adquirido en Chaguaramas con la ayuda de
nuestro padre, por supuesto. Luego de
una breve conversación, Edmundo le alquiló el equipo de sonido. De esta manera,
Alfredo Gutiérrez, El rebelde del acordeón, pudo interpretar su canción más
famosa “Festival de Guarané”.
4
Los
Corraleros de Majagual estaban de moda en aquella época y sus discos sonaban en
todas las rocolas de los bares, en todos los barrios y todos los rincones del
pueblo; por eso en su actuación el lleno fue total en la avenida Bolívar.
Salió
gente de hogares honorables, pero también
de casas “non muy santas”.
Bailaron, como en las novelas del médico
y escritor cubano Miguel de Carrión, “Las
honradas” y “Las impuras”. De allí que
el estilo dancístico de la velada se ubicó en las antípodas del recato y el desenfado.
Fuente:
Edmundo de Jesús Malaspina Guerra.
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