LAS MERCEDES DEL LLANO: MÁS DE UN SIGLO DE HISTORIA

LAS MERCEDES DEL LLANO: MÁS DE UN SIGLO DE HISTORIA
LIBRO DE EDGARDO MALASPINA.




LAS MERCEDES DEL LLANO Y SU HISTORIA

LAS MERCEDES DEL LLANO Y SU HISTORIA
2014

lunes, 8 de octubre de 2007

LA NEGRA RACHADELL-ERCILIA SALCEDO


CONCHA RACHADELL


JOSÉ GONZÁLEZ ALBA(OLIVER DURÁN)


CONCHA Y CLARA RACHADELL


CONCHA RACHADELL EN EDAD AVANZADA


ANA SOCORRO DEL CORRAL


LAS MERCEDES DEL LLANO EN 1949.


DON ANTONIO JOSÉ ASCANIO


VERSOS Y PROSA DE CONCHA RACHADELL

Versos y Prosa.
Por Concha Rachadell.
A la memoria de una amiga:

¡Que bien la recuerdo! Era una clara tarde de febrero, cuando a la sombra de un árbol corpulento, me habló de sus íntimas tristezas, de lo duro de la suerte, de la crueldad del destino, del hombre amado, que le hacía sufrir las más crueles torturas morales…
De sus ojos grandes y negros que tenían la belleza y la melancolía poética de los atardeceres de mi llano, corrían abundantes las lagrimas amargas de un pesar verdadero, por nadie comprendido, porque siempre ocultaba las penas con la sonrisa de sus labios, que al mostrar sus dientes de perlas era más encantadora la morenita gentil.
¡Que linda estaba aquel día con su vestido azul celeste y su larga y sedosa cabellera en desorden!
¡Unidas por un cariño recíproco nos quisimos mucho!
Desde aquel día de las tristes confidencias pienso con dolor en mi pobre amiga.
Felices los que ignoran las luchas secretas de las almas enfermas en donde esta la suprema dicha del amor correspondido!
Un día tristísimo de julio me sorprendió dolorosamente la muerte de la bella y buena, cuyo imperecedero recuerdo me hace sentir el dolor de las separaciones eternas!...
En la primavera de la vida, lejos de su tierra natal, dijo su adiós definitivo al mundo que le negó sus alegrías y le prodigó sus crueldades!
Dilecta amiga: En tu casta frente, sobre tu lecho mortuorio lucieron los azabaches y tu cuerpo vistió al morir el albo traje que no pudiste lucir elegantísima, sonriente y feliz del brazo amado…
Y en el regio alcázar celestial princesa de la virtud, habrás recibido la recompensa prometida a los que como tú soportaron el martirio, sin una maldición, sin una queja.
Ya que no me es posible colocar en tu tumba muchas flores, en esta página evocadora te ofrendo las rosas inmarcesibles del cariño, las blancas siempre vivas del recuerdo!
¡Descansa en Paz!


















Al que espero.

Yo sueño con la ventana de un amor correspondido,
Con mi hogar, con un hombre que me sepa comprender.
¿Esperare inútilmente ese ideal tan querido
Esperanza de mi vida, Dios ignoto de mi ser!

Se realizaran mis sueños deliciosos de ventura
Ó morirán tristemente las ilusiones forjadas?...
¿A quien consagrar entonces esta infinita ternura
Que llevamos muy adentro las almas apasionadas?...

Pero yo sueño contigo!...Y con ansiedad te espera
Mi alma que es toda tuya y presiente tu venida!
Tuyo es mi amor infinito, tuya mi pasión sincera
Dios ignoto de mi ser, esperanza de mi vida!

Y vendrás porque te amo! Y me amarás tu también,
Haremos de nuestro amor un culto para adorarnos
Tendremos en nuestro hogar las delicias del Eden
Serás mio y seré tuya. ¡Nada podrá separarnos!





























Bienvenida a Monseñor Álvarez.
Monseñor:
Con mi culto por lo que es noble, con mi amor por lo que es bueno, con mi admiración por lo que es grande, vengo respetuosamente a saludarlos.
El alto honor que vuestra señoría ilustrísima nos dispensa con su anhelada visita, produce en nuestros espíritus, júbilo infinito, contento indecible, satisfacción inmensa.
Y dejará en nosotros el recuerdo imborrable de vuestra estadía en este lugar, donde sois querido, apreciado y admirado, porque hijos amantísimos os veneramos, apóstol de la caridad, humildísimo pastor, digno representante de Cristo en la tierra, que lleváis tanta bondad dentro del pecho, para perdonar ampliamente al hijo descarriado que olvidando sus deberes, se hunde en el abismo del vicio; y que dejando por doquier los beneficios de nuestra piedad inagotable, derramáis con la elocuencia de vuestra palabra orientadora, el consuelo, sobre los corazones que padecen.
Vos, que traéis al alma, la fe, la luz, la esperanza. ¡Sed bienvenido!
En nuestra ilustre persona, saludo también a vuestro ilustrado secretario Monseñor Rodríguez Álvarez y demás miembros de nuestra ilustre comitiva.

En las Mercedes el 18 de mayo de 1928.
































A la memoria de Juan de Dios Rojas Barrios.

Sin que me fuera dado conocerte
Lamento muy de veras tu partida
Cuando tan feliz troncho la muerte
La blanca flor de tu preciosa vida!

Inconsolables por tu ausencia eterna
Están todos los seres que te amaron.
Las ilusiones de tu alma tierna
En plena juventud se marchitaron.

Oh! Supremo dolor que hirió de muerte
Tu lozana existencia triunfadora!
¿Por qué vino la intrusa a sorprenderte
sin piedad de la madre que te llora?

Sobre tu tumba, joven, yo quisiera
Ofrendar una flor de mi llanura.
¡Si regarla de lágrimas pudiera
para expresar con ellas mi amargura!





























A mi sobrinita Ligia
(En su cumpleaños)

Hoy que cumples tu quinta primavera
Dirijo a Dios mi súplica ferviente
Y al rogar por ti soy más sincera
Para que seas feliz eternamente.

Estas en la edad bendita de la inocencia
Jugar con las muñecas solo quieres…
Y como está tranquila tu conciencia
Tu nada temes y dichos eres!...

Yo quisiera, mi nena tan querida
Apartar de tu senda los abrojos…
Y que nunca las penas de la vida
Hagan nublar de lágrimas tus ojos.

Al verte tan contenta en este día
Quisiera que lo estuvieses de por vida
¿Qué más puedo decirte, Ligia mía,
si tengo el alma de emoción henchida?

Al bendecirte con cariño santo
Que seas feliz son los anhelos míos!
Nena del alma! Te queremos tanto
Tus padres, tus abuelos y tus tíos!























Cree!

Verte a mi lado es mi mayor deseo,
Que tu me quieras, mi única ilusión.
Como amó Julieta a su Romeo
Así te amo, mi amor, mi adoración!

En el negro horizonte de mi vida
Tu amor es una estrella reluciente.
Tu eres la dicha ansiada y presentida
Por mi alma romántica y ardiente!

Yo añoro los instantes de ventura
Vividos en tu dulce compañía.
Tu alejaste mis hondas amarguras
Por eso te bendigo, vida mía!

Como busca la caravana fatigada
Un oasis de paz y de frescura,
Anhelaba mi alma atormentada
Un oasis divino de ternura.

Yo no envidio tus riquezas y honores
Si poseo tu afecto verdadero.
¡Amor sublime! Amor de los amores
a todos los tesoros te prefiero!...
























Chaguaramas.
Siempre me agrada visitar esta simpática población, donde nací y donde transcurrieron los años venturosos de mi infancia.
Siento una emoción honda, inexpresable, cuando recorro sus calles ahora solitarias, invocando recuerdos grabados en mi mente con caracteres indelebles!...
Cuando veo sus ventanas cerradas pienso con tristeza que aquellas asomaron sus rostros de espléndida belleza, las muchachas de los ojos de cielo y los rizos de oro y las morenas de ojos seductores y buena cabellera, que fueron el encanto de mi padre, cuando joven y enamorado tuvo sus novias y fue por ellas amado tiernamente.
En las casas que habitaron mis familiares mas queridos, viven personas extrañas…Y siento la añoranza de épocas lejanas, en que me vi tan inocente y tan feliz, jugando en sus grandes corredores y a la sombra protectora en los medio días llaneros!...
Chaguaramas! Pueblo heroico! Cuna de héroes! Raza de conquistadores! Yo te venero por tu pasado glorioso, por el valor de tus hombres y la virtud de tus mujeres.
Quien pudiera devolvernos nuestro antiguo esplendor, para contemplaros, tan altiva, señora de la llanura, como lo hicieron mis abuelo en la época gloriosa de los lanceros temibles, de los chaguarameros invencibles, de los llaneros indomables!
Chaguaramas! Pueblo legendario, donde tantas veces, mi abuelo, indómito guerrero, sintió las alegrías del triunfo o las amarguras de la derrota!
Chaguaramas! Pueblo amado, donde nacieron mis padres, y se amaron, con ese amor que es la eterna unión de dos almas!...En mi corazón te guardo un puro y sublime afecto.




























Yo quisiera escribirte una carta…
Yo quisiera escribirte una carta
Que fuera elocuente y hablara a tu ser…
Pero esa elocuencia me falta
Y tú nunca podrás comprender

Que te amo con amor intenso,
Con honda ternura, con idolatría,
Que en todo momento en ti pienso,
Que estas impreso en la memoria mía!

Yo quisiera poder expresarte
La pena infinita de la ausencia cruel…
Y cuanto he sufrido, mi bien por amarte
Mas, ¿Cómo decirlo en simple papel?

Yo quisiera una carta escribirte
Y que tu emocionado leyeras!...
Pero en vano! No puedo decirte
Mis sueños de amor, mis dulces quimeras…

Y un beso muy tierno en esa misiva
Quisiera mandarla en cada renglón…
Ay si fuera mi carta expresiva
Y hablara a lo íntimo de tu corazón!

























Ana Márquez de Ledesma.

El 27 de diciembre se extinguió la vida de esta amiga, a quien me ligaron lazos de parentesco y de cariño.
Pobre Ana! Te conocí niña traviesa e inocente. Te vi después muchacha alegre y bonita danzar en nuestros bailes, con ese encanto natural que poseías, con esa gracia juvenil incomparable.
Amaste de manera tal, que hiciste de tu amor un culto y de tu amado un ídolo, concentrando en el tu universo entero, tu vida, tu eternidad!...
Una noche de enero, luminoso y bella, ceñida tu frente de azahares, con el albo traje de las desposadas; en tus ojos, que como un espejo reflejaban todos tus pensamientos se leía una felicidad suprema: era que tus legítimos anhelos, tu sueño dorado, tu ideal de mujer nacida para amar y ser amada, se realizaban ante Dios, testigo de tus juramentos de virgen.
Durante cuatro años, siendo una esposa modelo, la felicidad fue contigo…Pero, Oh! Sonó la hora fatal en el cronómetro del tiempo!...y al entrar en tu casa, templo del verdadero amor, te aguardaba la mas dolorosa de las sorpresas: Tu compañero muerto trágicamente, roto el encanto de tu vida, herida el alma que durante diez meses se retorció en una lenta y cruel agonía!
Unido a tu dolor moral el sufrimiento físico, te vi en tu lecho de enferma, sintiendo en mi ser una profunda y dolorosa impresión!...
Después, al pasar los días, vino la muerte, esa suprema libertadora del espíritu, a llevarte al lado del compañero amado, donde sin duda, tu alma y la suya tan afines y tan fuertemente unidas, habrán recibido el premio. Que Dios en su mansión de buenaventuras otorga a los mártires…sufriste resignada tu penoso calvario y la virtud de la resignación es la más santa y noble de las virtudes.
Una tarde en el cementerio de la aldea donde duermen su sueño eterno mi padre inolvidable y mi hermano, muerto en la más bella alborada de la vida me acerque a tu tumba que está tan cerca de la tumba del amado.
Mis labios no pudieron murmurar una plegaria, pero mi memoria atormentadora repasaba una a una las cuentas del rosario de mis recuerdos y te veía, niña inquieta é inocente, muchacha espiritual y bonita, novia dichosa, esposa amante y amada, viuda enlutada y llorosa!...y al contemplarte en estas distintas etapas de tu existencia, que se extinguió en plena juventud ¿Qué hacer, sino meditar dolorosamente?...
¡La vida! ¡La fatalidad! ¡El destino!
¡Duerme en paz, Ana!














Bienvenida al General Emilio Arévalo Cedeño.

Te saludo centauro en la llanura,
Caballero gentil en el salón
Porque es inimitable tu bravura
Sabes hacer sentir admiración

Nadie siguió tu ejemplo. Fuiste solo
Para luchar contra la tiranía.
Nada pudieron la maldad ni el dolor
Contra tu bien probada valentía.

Tuviste un ideal. La patria amada,
Poniendo en ella el corazón entero;
Porque tu fuiste la protesta armada
Eres entre los hombres el primero.

Siempre he admirado ese valor sublime
Que han tenido los héroes y los santos…
¿Vivir tranquilo, cuando la patria gime
Soportando infeliz crueles quebrantos?...

Eso no podías permitirlo, noble Emilio,
Que por tus venas corre la sangre de Cedeño!
Sufriendo las tristezas del exilio
Libertar a tu patria fue tu sueño.

Bienvenido a tu tierra, guerrero valiente
A este llano heroico que te vio nacer!
Que es muy sincero el gozo que siente
Hoy que en paz y libre te ha visto volver.

Soy admiradora del hombre sin miedo,
Que supo combatir contra el tirano.
Por eso admirando tu arrojo y denuedo
Como fiel amiga te tiendo mi mano.














Al amado ausente.

Como te recuerdo en esta agonía
En que estoy viviendo desde que te fuiste.
Eres el encanto de la vida mía,
Y hoy que estas lejos me siento tan triste!

¿Qué harás? Me pregunto con hondo dolor
Cual será de tu vida y donde estarás?
¿Habrás olvidado, sin duda mi amor
Y yo no te puedo olvidar jamás!

¿Recuerdas que un día tu amor me juraste
Y que yo confié en esas promesas?...
Desde aquel día que tú te marchaste
Vivo yo sufriendo profundas tristezas!

Fue en una tarde gris de la despedida
Una tarde triste, que allá en nuestro llano,
Mientras que en mi pecho sangraba la herida
Callando mis penas estreche tu mano.

Y nunca volviste!...Y siempre te espero
Con tanta impaciencia de verte llegar!...
Aunque no me quieras, yo siempre te quiero
Nunca tu recuerdo se puede borrar!...

Los años blanquearon mis negros cabellos
Y surcaron de arrugas mi frente!...
Y siempre añorando los días aquellos
En que fui feliz por ti, amado ausente!

Ah! Si tu supieras cuanta pena siento
Como te llamo en mi dolor supremo!
Sin poderte arrancar del pensamiento
Ni de mi pobre corazón enfermo!














Alberto Ravell.

Hombre joven, de méritos auténticos destacada figura de la intelectualidad venezolana.
Sus “Caminos de Venezuela” y “El espejo de la ciudad”, demuestran su inteligencia elevada y su gran amplitud de ideas.
Luchador incansable por el bienestar de sus compatriotas, amante de la cultura y del progreso de su patria tanto de las columnas de “El Nacional” y “Rojo y Negro” como por la emisora Ondas Populares habla al pueblo que lo admira dice la verdad a los mandatarios sin vacilaciones ni temores, conciente de su propio valer.
Sufrir persecuciones, cárceles y el destierro sin que nada pudiera aniquilar el temple de su alma rebelde ni doblegar su férrea voluntad.
Alberto Ravell sabe muy bien que los fuertes, los valerosos son los que llegan a la meta, porque luchan por un ideal noble con fe en si mismo, por la verdad, el deber y el honor, hermosa trinidad a quien rinde culto Alberto Ravell camino de las regiones inundadas, sufriendo los rigores del sol y las inclemencias del tiempo, va Alberto Ravell alma incontaminada, espíritu selecto, voluntad fuerte y corazón generoso a llevar el socorro material y moral a los hermanos que padecen
¡Salud, Alberto Ravell!

Diciembre de 1943.
Publicado en “Rojo y Negro”.





























A Juan del Ávila.

Juan del Ávila: Oyéndote cantar
Siéntese las almas plenas de emoción.
Esa voz que sabe hacer llorar…
Penetra muy hondo en el corazón.

Se evocan aquellos dulces trovadores
Que cantaban al pie de las rejas
Sus íntimas cuitas, sus grandes amores,
Sus penas recónditas, sus sentidas quejas!

Se piensa en el hijo del trueno
Cantando con su cítara armoniosa
Sintiendo su pecho de amores muy lleno
Ante el balcón de Magadala, la hermosa

Yo no puedo expresar lo que siento
Cuando oigo sus bellas canciones
Sus dulces endechas que son un lamento
Levantando un eco en los corazones!





























Al que esperé…

Yo te esperé anhelante, pero nunca llegaste,
Te soñé en mis noches viviste siempre en mi…
Y sordo ante mi ruego, pero nunca me amaste
Fue un calvario de penas mi existencia sin ti!

Fue que nunca apreciaste lo que vale un amor,
Lo que hubiera sido en la vida por ti…
Y fue tu indiferencia que causó este dolor
Esta pena infinita que vive siempre en mí.

Esta angustia tan grande de la inútil espera
Este llorar amargo por tanta incomprensión,
Que convirtió en tristeza mi más bella quimera
Y trocó en desengaños mi dorada ilusión!...

Sin piedad me negaste de tu amor la ventura
Convirtiendo mi vida en acerbo dolor!...
No quisiste apreciar mi sin igual ternura
Ni comprender supiste lo que vale mi amor!...





























A un inolvidable.

Imposible olvidar que nos amamos
Con inmensa ternura, vida mía
Y si sufrimos hoy y si lloramos
Es por que nos queremos todavía.

¿Por qué el recuerdo de tu amor no muere
En mi pobre memoria entristecida?...
Ese recuerdo sin piedad me hiere
Un amor como el nuestro no se olvida.

Porque nos dio emoción, nos dio ventura,
Esperanzas, ensueños, ilusiones…
Por eso al separarnos, la amargura
Se apoderó de nuestros corazones!...

Hoy a la evocación de ese pasado
Que nos proporcionó tanta ventura…
Siento mi corazón tan angustiado
Y destila mi alma amargura!

Yo no quiero culparte! Fue el destino
Fatal que en su crueldad nos separó
Y cubriendo de abrojos mi camino
A un largo padecer me condenó.
























A España.
España mía, madre España!
Nación noble y espartana.
No es a tu dolor extraña
Mi tierra Venezolana.

Eres grande, noble tierra
(A pesar de los tiranos)
Y en tu pasado se encierra
Todo un poder soberano.

Tus blasones de grandeza,
Tu gran poderío, señora.
Se evocan con gran tristeza
En el presente que llora…

Tus pasados esplendores,
Tus princesas, tus monarcas,
Bellas historias de amores,
Los tesoros de tus arcas!

Las reinas! El escorial!
Los altivos caballeros,
La hermosa corte real
Y los desnudos aceros.

Heroica y noble nación
Del Rey Felipe segundo,
De la reina protectora de Colón
Para descubrir un mundo!

Por ti la tierra del arte
Combatieron sin desmayo
Al invasor Bonaparte
Los héroes del dos mayo.

Hoy sumergida en duelo
Te siente, madre, impotente…
Y se ha regado tu suelo
Con tanta sangre inocente!

Tus hijos sacrificados
Por infame dictador,
Tus altares profanados
Piden venganza al señor.

Tendamos cordial la mano
Al emigrante español
Que viene a este suelo hermano
A consolar su dolor
Himno del Precursor.

Yo quiero cantar sincera
Las glorias
Del precursor.
Fue el criador de la bandera
De su patria defensor!...

A bordo del vapor Leandro,
La bandera tricolor
Con orgullo enarbolando
Nos la trajo el precursor.

De Francia se vino un día
Por si patria a combatir
Pero por su suerte impía
Fue a la Carraca a morir!

Fue ilustre venezolano
Y en su vida arriesgada
Sostuvo su blanca mano
Con gran valor una espada.

Veneremos la memoria
Del ilustre paladín.
El tiene puesto en la historia
Su gloria no tendrá fin!

Lo admiramos en la historia,
Su recuerdo no se pierde.
Arrebatarle su gloria
No lo pudo Monteverde!


















Recordando mi tierra.
Al Dr. V. M. Ovalles.

El Doctor Ovalles me pide unos versos
Para la revista “Progreso y Cultura”.
Cumpliéndose en mi destino adverso,
Estoy en los altos, dejé mi llanura!...

La llanura verde, la llanura bella
Que el Doctor recuerda con gran emoción…
Que siendo muy joven ahí encontró aquella
Mujer adorada de su corazón.

Al llano ha cantado la mágica lira
De Lazo Marti, ilustre llanero!
En su silva criolla mi musa se inspira
Y a mi tierra heroica cantarle yo quiero.

Mi tierra que dio valientes guerreros
Que a la amada patria vidas ofrendaron!
Jinetes airosos, temibles lanceros
Con su sangre noble los campos regaron!

Esa fue la tierra de Pedro Zaraza,
De Leonardo Infante y Facundo Camero
Héroes inmortales de la heroica raza
Y valiente entre ellos “El negro primero”.

Aquí con tristeza evoco mi llano,
Sus claras mañanas, su bello paisaje.
Sintiendo al dejarlo, dolor soberano
Profundo en mi alma su recuerdo traje!

No puedo olvidar sus tardes hermosas,
Sus noches tranquilas, de espléndida luna.
Y mientras evoco los seres y cosas
Siento que una pena mi vida importuna!


Publicada en la revista Progreso y Cultura el 26 de marzo de 1946.










Reportaje para la novela “Juramento de sangre” de Federico Alberto Ruiz –Transmitida por radio Barquisimeto.

Escribo a Ud. Señor Ruiz, que es autor
De “Juramento de Sangre”, gran novela
Que es drama de tragedia y poema de amor
En que el genio de ud se nos revela.

La suya es sin duda, la novela mejor
De cuantas por la radio he oído.
Porque ud señor Ruiz, es gran autor
Y el cuadro de comedias, escogido.

Oyéndola siento tantas emociones
Que quisiera expresar, pero no puedo…
¡Como apasionada el alma su Arquinzones
y que bien lo interpreta Antonio Oviedo!

Yo aplaudo el recto proceder
De esa hermosa y admirable gloria
Porque me encanta esa gran mujer
Protagonista de esa historia.

Siento mucho cariño y aprecio
Por la noble y valerosa Raquel
Y por el fuerte y valiente Melecio
Que es tan noble, decidido y fiel.

Yo quiero y son buenas las razones
Que por siempre y todos los lugares,
Hayan muchos valientes Arquinzones
Contra esos vanidosos Valladares…

Como en esa magnífica novela
El amor debe imponérsele al orgullo!
¡Que se acaben los prejuicios, lo anhela
La admiradora del gran libro suyo!

Y anhelo el momento tan feliz
De poder estrechar su mano
Don Federico Alberto Ruiz
Ilustrado escritor venezolano.








Al Dr. V. M Ovalles.

El 18 de los corrientes tuve el gusto de oír por la Radio Caracas, el “Aplauso al mérito” programa de todos los miércoles, que esta vez la Creole le dedica al ilustre científico venezolano Doctor Víctor Manuel Ovalles.
Nunca hubo un aplauso más merecido a un mérito mas verdadero.
Se que el Doctor Ovalles, por modestia, no quería aceptar este homenaje, que fue la exquisita novelista y poetisa Roselia Narváez, quien influyó en su ánimo para que lo aceptara; y un hombre galante y admirador del talento femenino, no podía negarse a la graciosa insinuación de Roselia- y fue así como el Doctor Ovalles recibió emocionado la placa con que la Creole premia su extensa y meritoria labor.

El Doctor Moreno Cova, en su elocuente discurso nos habló de su exterior, del científico, del escritor, de sus esfuerzos en pro de la farmacia venezolana; pero nada nos dijo de su vida más meritoria, donde en el hogar honorable fundó una familia que ha seguido la noble trayectoria del padre modelo, del ciudadano ejemplar, porque es en su vida íntima rodeado de sus hijos y nietos, donde es más digno de admiración, este hombro prototipo del verdadero caballero.
Cuando he hablado con el Doctor Ovalles, me he sentido transportada a épocas mejores de nuestra patria, de quien refiere hechos gloriosos, presentes en su memoria privilegiada.
Me agrada contemplar la figura arrogante de este viejo bondadoso y simpático que me produce la impresión de estar en presencia de un gran señor de la antigua nobleza española.

28 de julio de 1949.
























A Enrique Benshimol.

Te admiro sincera, artista genial
Que haces sentir tantas emociones.
Como tu, Enrique, no hay otro igual
Que hable a lo íntimo de corazones.

Es que en ti reside tanta simpatía
Ese don precioso que el cielo te ha dado
Tienes gentileza, cultura, hidalguía!
Oh sublime artista! Eres admirado!

Por tantos que somos asiduas oyentes
De tan admirables y hermosas novelas,
Con que se deleitan millones de gentes
Y tu genio de artista revelas.

Que siempre te admire el mundo
Oh! Ilustre y maravilloso actor!
Y que el éxito más rotundo
Te acompañe por siempre, Benshimol!

A Luis Edgardo Ramírez.

Tu voz clara, vibrante, varonil
Tiene tal expresión conmovedora,
Que no puedo en palabras decir
Como es esa voz cautivadora.

El artista del verso te han llamado
Y sabes cual ninguno declamar
¡Con que emoción te hemos escuchado
Los más bellos poemas recitar.

Y en las comedias pones tanto empeño
Y es justicia decirlo, porque es
Admirable tu papel en “Jarameño”
Y muy sublime en el “Doctor Valdez”!

¡Que siempre tengas éxito en la vida!
Que nunca sea tu destino adverso
Y que cruces por sendas florecidas
Oh, artista divino del verso!...







Al autor de Alegría y llanto de Europa.

Neftali Noguera Mora.
Es ilustrado escritor,
De la prosa encantadora.
Diplomático y gran señor.

He leído con atención
Sus memorias de tantos países
Cuando vivió con el corazón
Sus momentos mas felices!...

Este incansable viajero
Por naciones europeas,
Es un noble caballero
De gran amplitud de ideas.

Tiene alto concepto del deber
Y merece ser apreciado
Por su recto proceder
Y su criterio elevado.

Posee una vasta cultura
Y un exquisito don de gente.
Hay en su trato tanta finura
Que deleita a sus oyentes.

Siempre feliz y sonriente
Pleno de sano optimismo,
De sus deberes consciente
Muy seguro de si mismo.

Con su porte aristocrático
Se va de ciudad en ciudad
Este señor diplomático
De gran personalidad.

Este que aquí escribo
Es ciudadano correcto,
De un corazón sensitivo
Y un espíritu selecto.

Su estadía en este lugar
Va a tener pronto su fin;
Porque se nos a marchar
A tierras de San Martín.

Aunque muy lejos estemos
Del gran país argentino
Siempre le recordaremos
Por su trato afable y fino.

Que encuentre Noguera Mora
La dicha a donde fuere,
Mientras aquí se le añora
Como amigo que se quiere.

San Pedro de los Altos: 14 de noviembre de 1952.

A Miranda (en su bicentenario)

Francisco de Miranda tenía regia postura
Muy altiva y apuesta, muy elegante y fina.
En su voz seductora había tanta dulzura
Que conquistó el altivo corazón de Catalina.

La emperatriz de Rusia locamente le amó
Le atraía su figura principesca y marcial…
Y cuando él un día de Rusia se ausentó
Ella sintió pesarle su corona imperial!...

Y el militar gallardo de la mano enguantada
Abandonó la Corte en su tierra pensando…
Lo llamaba su patria, su Venezuela amada
Y el quería libertarla del yugo de Fernando.

Y siendo pues, su patria objeto de su amor,
El noble caballero de los sueños de gloria
Fue malinterpretado y juzgado de traidor…
Después le hizo justicia merecida la historia!

Miranda tuvo dotes de caudillo valiente.
Se distinguió en la revolución francesa.
Si a la fatalidad se doblegó su frente,
Su aureola del martirio coronó su cabeza!

El altivo Miranda se rindió al canario
Domingo Monteverde, en su capitulación.
Y aquel hombre sin alma, feroz y sanguinario
Lo envió a la Carraca una inmunda prisión.

Y por eso Miranda, el amante de reinas
El altivo señor que vivió el imperio,
Sufriendo su calvario, cargado de cadenas,
Muy lejos de su patria murió en el cautiverio.

Hoy se cumplen dos siglos que nació el precursor
Rendimos homenaje a su cara memoria!
El criador de la amada bandera tricolor
Figura entre los héroes más grandes de la historia.
Bienvenida a la virgen de Coromoto, en su visita a Los Teques.

¡ Oh virgen de Coromoto
Que eres nuestro amparo y guía!
Con el alma hacemos voto
De amarte siempre, María.

Madre! Nuestro dulce bien!
Te amamos de corazón
Que de tu nació en Belén
El que nos dio redención.

En tierras de Guaicaipuro
Te damos la bienvenida
Con el afecto más puro
Del alma, madre querida!

Protege, virgen amada
A las tierras del cacique!
¡Que seas aquí venerada
Y la virtud se practique!

Vienes a traernos, Madre,
De tu amor el grato don
Y con Jesús, nuestro padre
Otórganos el perdón!

Que no se borre jamás
El recuerdo de este día!...
Danos amor, danos paz
Bendícenos, María!

¡Que no sea adversa la suerte
Del pecador que te implora!
Y en la hora de la muerte
Acompáñanos, señora!


Los Teques: 2 de octubre de 1952

Al doctor Julio de Armas.

Julio de Armas, médico famoso
Que practicas el bien con caridad
Eres como tu padre generoso
De un alma noble, plena bondad!

Para ti la medicina es sacerdocio
Y la ejerces honrada y noblemente
No has hecho de tu ciencia un negocio,
Ni eres al infortunio indiferente.
Con la grandeza de un alma generosa
Y la hidalguía de un corazón sincero,
Sabes ejercer tu profesión honrosa
Y eres un perfecto caballero.

¿Quién no siente por ti vivo cariño
Por esa sencillez que nunca pierdes,
Por ese ingenuo corazón de niño
Que se retrata en tus pupilas verdes?

Por bueno se te quiere, sabio doctor
Orgullo de mi tierra y de tu raza
Porque tu buen progenitor
Naciste en la perla del Guárico: Zaraza!

Noche Buena (lejana)

Las campanas anuncian! Ha nacido el Mesías
Y en esta noche plácida y serena
Solo mi pobre alma no siente alegrías
Porque tu estas tan lejos en esta noche buena!
Esta noche buena llena de armonías,
Los fieles tributan homenaje al niño.
¿Por qué no permites, divino Mesías
Que el hombre que quiero me de su cariño?

Sería tan dichosa si el me quisiera,
Si todo su afecto fuese para mí…
Y hecha realidad mi dulce quimera
Por ese milagro que imploro de ti!

Me siento tan sola esta noche buena
Que el mundo celebra con gozo y fervor…
Es porque a mi alma de amargura llena
Le falta la vida, le falta el amor!...













Acróstico.

Admiro tus gracias juveniles
Loor a tu juventud dichosa
I a tus bellos floridos abriles
Como es pura tu alma candorosa
En ti hay encantos miles.

Complacida te ofrendo mi verso
A ti bella y gentil muchachita;
Ruego que no sea tu destino adverso
I sincera pido a Dios que nunca
Lloren tus ojos la ilusión marchita
O el dolor de una esperanza trunca!...

A mi hermana Clara.

Clara, mi dulce hermana.
A quien yo quiero con amor materno
Puro como la luz de la mañana
Es tu corazón sencillo y tierno.

Has padecido…no como castigo
Porque eres tan buena hermana mía
Y yo he sufrido en lo moral, contigo
Todo el dolor del alma en agonía.

No mereces la pena que te embarga
Porque no hay una mancha en tu conciencia
Así llevo Jesús pesada carga
Siendo un Dios de perdón y clemencia.

Es tu alma tan blanca como el lirio
Y es tanto lo que yo para ti anhelo!...
Sufre así resignada tu martirio
Que Dios te premiará alla en el cielo.

La dicha y el dolor! Nada es eterno…
Y la vida tanto nos enseña!
Existe un paraíso para el bueno
Y en ese paraíso, Clara, sueña!









A mi prima Lucila.

Escribo para ti, Lucila Herrera,
Admirable entre todas las mujeres,
Que sabes ser en tu amistad sincera
Y cumplidora ejemplar de tus deberes.

Fuiste la hija tierna y obediente,
Eres la artista de la fama pura,
La admirada por toda la gente
La del alma plena de ternura.

Quiero, Lucila que tu dicha venga
Como una recompensa a tus virtudes,
Como estimulo noble que sostenga
A tu vida de esfuerzo e inquietudes…

Eres la gran artista inimitable,
La mujer de la gracia y el talento
Siempre digna, simpática y amable
Pura de corazón y pensamiento!





























Al gran torero Luis Sánchez,
“Diamante Negro”.

Luis Sánchez, diamante negro,
Orgullo de esta nación!
Por tu mejoría me alegro
Con todo mi corazón.

Soy tu fiel admiradora
Porque eres un gran torero.
Y odio la mano traidora
Que dio golpe tan artero.

Dios estuvo de tu parte
Devolviéndote a la vida…
¡Que vivas para tu arte
En nuestra patria querida!

Si te vas a España, Luis
Piensa que aquí te queremos
Y porque seas muy feliz
A la virgen rogaremos.

Eres de temple de acero
Y ya tu fama es mundial
¡OH valiente Luis Primero
El ídolo Nacional!























Al Cantor del Llano.

Oyéndote, Ángel Loyola
Cantor de la tierra amada,
Se siente el alma tan sola
De su llano desterrada.

Que bien le cantas al llano
Con tus bueno guariqueños,
Al llano inolvidable y lejano,
La tierra de nuestros sueños…

El llano de los palmares,
Las garras de la llanura,
Inspiraron tus cantares
Para expresar tu ternura.

Tu lo llevas en el alma
Con acentos lastimeros.
Es firme como la palma
El amor de los llaneros…

Si de esa tierra nos vamos
Por caprichos de la suerte,
Muy adentro nos llevamos
Su recuerdo hasta la muerte!...

Canta a tu tierra, Loyola,
A la muchacha llanera,
Triste como la soisola
En esa tierra te espera…

Es la copla del llanero
Lo más grato a mis oídos.
La música que prefiero,
La de mis llanos queridos.














Veinte estados de mi patria.

Veinte estados de mi patria
No soy digna de cantarles
Pero quiero muy sincera
Mi homenaje tributarles.

Aragua, hermosa región
Como no la pinta el arte
Vio el heroísmo unas grande
En el valor de Ricaurte.

Apure, orgulloso de nuestros llanos
Tierra que el alma están cara,
De las proezas sin nombre
Del gran “León de Payara”

Anzoátegui! Te saludo
Y dichoso quiero verte.
¡Como Pedro María Freites
Defendió tu casa fuerte!

Bolívar! Tierra del oro
Por ti luchó Manuel Piar!...
Aquel héroe valeroso
De San Félix y el Juncal.

Barinas! Perla del llano!
Tierra de Arvelo Larriva,
Aquel ilustre poeta
De memoria siempre viva.

Carabobo! Fue tu suelo
Que es un sagrado recinto
Que se puso para siempre
El gran sol de Carlos Quinto.

Cojedes! Un bello estado
De los que están en el centro.
Admirado del viajero
Que te lleva muy adentro.

Falcón! Le debes tu nombre
Al prócer de la federación.
Aquel mariscal de fama
Juan Crisóstomo Falcón.




Guárico! Tierra de héroes
Nacidos para el combate,
De Zaraza, de Cedeño
Y del bravo Leonardo Infante.

Yaracuy! Quiero cantarte
Y mi mente no se explica
Ese valor temerario
De tu Cecilia Mújica.

Lara! Debes el nombre
Que por suerte te tocara
A tu héroe inmortal
General Jacinto Lara.

Miranda! Su capital
Es una hermosa ciudad;
Y ha formado tantos hombres
Su ilustre universidad.

Monagas! Rico es tu suelo
Por el petróleo, oro negro.
Yo como venezolana
Por tu bienestar me alegro.

Nueva Esparta de las perlas,
De la virgen que redime!
¡Oh tierra de Luisa Cáceres,
Esa heroína sublime!...

Portuguesa! A Guanare
Va el corazón muy devoto
A admirar ese prodigio:
Tu virgen de Coromoto.

Sucre! Su capital Cumaná
Sucre se te quiere mucho,
Por ser la noble cuna
Del Mariscal de ayacucho.

Trujillo! Que bien merece
Ser sultana de los Andes;
Porque sabio justo y santo
Es José Gregorio Hernández.






Táchira! La tierra de los Caudillos!
Tus hombres han destacado:
Con valor y entereza
A la patria han gobernado.

Zulia! Eres muy grande
Y has llegado a la meta.
Tu, cuna de general
Don Rafael Urdaneta.

Son estos los veinte estados
De la patria de su amor,
Por quien vela desde el cielo
Nuestro gran Libertador.




































El Árbol. (A mis discípulos)

Cantemos del árbol la gloria
Alumnos queridos aquí reunimos.
El árbol! Que bella es su historia
En el esta Cristo de brazos tendidos.

Meditemos mucho…fue bajo el olivo
Que el buen Nazareno con santa humildad,
Con amor profundo y dolor muy vivo
Lloró por los pecados de la humanidad!

El árbol nos brinda frutos en sazón
Y del árbol la casa construimos.
Cuidémosle mucho, con veneración
Por los beneficios que de el recibimos.

Recordemos siempre el Samán de Guere
Donde el ejército patriota acampó!
Como una reliquia la patria le quiere
Porque a nuestros héroes su sombra brindó.

Que amemos al árbol nos dice Jesús,
Con afecto puro y cariño filial
Del árbol se hizo la pesada cruz
Que sobre sus hombros, el quiso llevar.
























A la memoria del Doctor Benito Gutiérrez López.

Benito Gutiérrez por siempre te has ido
Dejando en nosotros inmenso dolor!
Hoy pierde Altagracia su amigo querido
Su apoyo mas firme, su viejo doctor!

Buen Doctor Gutiérrez! Todos te lloramos
Porque nos dejaste tan profunda pena
Por tu caridad tanto te apreciamos
Y el vacío que dejas, ninguno lo llena!

Yo siento tu muerte con gran sentimiento
Porque se lo bueno, lo noble que fuiste.
Estas mis estrofas son cual un lamento
Porque tu partida me ha puesto tan triste!

Imploro al Señor, reciba en su cielo
Tu alma tan noble, generosa y pura.
Y que en su bondad derrame un consuelo
Sobre tus deudos en tanta amargura.





























El Doctor Ángel Domingo Beroes.

Es un gran señor abogado
De ilustre prosapia llanera
Un hombre culto, fino y educado
A quien me une una amistad sincera.

En los años que tiene ejerciendo
Su carrera de juez y abogado,
Le hemos visto su deber cumpliendo,
Jamás a un inocente ha condenado.

Es poeta de todo conocido
Y escritor de gran renombre,
Es un caballero distinguido
A quien puede llamarse todo un hombre.

Yo tengo el orgullo de ser su pariente,
Se apreciarle en su justo valor…
Y tanta admiración mi alma siente
Por este abogado, poeta y escritor!





























A Valencia.
En su cuatricentenario.

Valencia! Noble matrona
Ciudad que tan rica eres.
Mereces cetro y corona
Tus lindísimas mujeres.

Un espíritu muy bueno
Por ti vela con amor,
El de Alonso Díaz Moreno,
El que fue tu fundador…

Tu cielo rico de estrellas,
Tu suelo rico de flores
Y tus muchachas por bellas
Inspiran grandes amores.

Te admiro gentil Valencia
Ciudad culta y floreciente!
Que para la independencia
Fuiste heroica y valiente.

Valencia! Que grande eres
Y que grandes tu blasones,
Por tus virtuosas mujeres
Y tus ilustres varones.

Eterna es tu primavera
Ciudad alegre, siempre bella.
Y en nuestra amada bandera
Te representa una estrella.

Que seas siempre gloriosa
Para ti mi ser anhela
Porción noble y generosa
De mi casa Venezuela.

En tu cuarticentenario,
Ciudad de grandes ejemplo…
Se quemara el incensario
En el altar de tus templos!

Tu grandeza nunca pierdes
Ciudad de los tantos años!
Te admiré en los ojos verdes
De tu Gisela Bolaños!.



Al Doctor José Molina Vegas.

Mis versos para ti, José Molina,
Joven medico, de innata nobleza,
Que procedes de la tierra andina,
Tierra de la cultura y la nobleza.

Eres un gran muchacho bueno,
Te gusta practicar la caridad
Vas por la vida sonriente y sereno,
Con un alma plena de bondad.

Dios te guarde, Doctor José Molina,
Y te lleve por amplios derroteros!...
Curas los males con tu mano fina,
Merecen los afectos más sinceros.

Como buen hijo de la cordillera
Tienes un noble corazón de niño.
Acepta en prueba de amistad sincera
Los versos que te ofrenda mi cariño!.





























A mi madre!

Eres madre, tan noble y tan buena,
Tan digna de todo el afecto filial.
Siempre te he visto valiente y serena
Dándonos tu puro amor maternal.

Madre que has sufrido siempre resignada
Tus noches insomnes de tanto dolor,
Mientras contemplas en el lecho postrada
A tu hija amada, fruto de tu amor!...

Como esas santas heroicas del hogar,
Que nunca reciben elogio siquiera
Tus penas tan hondas supiste callar…
Porque a tus hijos tu dolor no hiriera!...

Madre! Yo te admiro y te venero
Al contemplar tu blanca cabellera
Aunque no sepa expresar como te quiero,
Yo por verte feliz, todo lo diera!....





























Añoranza.

Con infinita tristeza te recuerdo, casa gris,
Y este recuerdo imborrable es en mi vida un pesar…
Pienso en las casas lejanas, en un pasado feliz,
En los seres que me amaron y nunca podré olvidar!...

Hoy que me encuentro tan lejos, te evoco con honda pena
Al volver mi pensamiento a esos sitios lejanos…
Se siente mi pobre alma de tanta amargura llena
Que por no gritar mi angustia hago esfuerzos sobrehumanos.

Los domingos de la aldea! Y sus amplios callejones
Que recorrimos felices, oh mis buenas compañeras!
Sin ambición en el pecho y puros los corazones
Y las sencillas costumbres de las mujeres llaneras!...

No obstante que han pasado tantos años
Nunca he podido olvidar esa época feliz
Sin recibir decepciones, sin esperar desengaños,
Rodeada de afectos puros en mi vieja casa gris!





























Ha muerto Andrés Eloy.

Se ha muerto el ilustre poeta
Andrés Eloy, de fama universal
Que vivió su vida inquieta
Y fue gran sentimental.

El orador de gran renombre
Que emocionó a las multitudes…
¿Quién no admiro a este hombre
Que poseyó todas las virtudes?

Que muriera en tierra extraña
Lo quiso el destino adverso,
El autor del Canto a España,
El gran señor de la prosa y los versos.

Y se acabó la vida meritoria
Del exquisito poeta grandioso
El amado de las musas y la gloria,
De corazón sencillo y generoso!

SENCILLOS APUNTES

Sencillos Apuntes
Por
Concha Rachadell.

(Para Tonny Olavarrieta, con mis recuerdos)

En Lúcera, simpática población, situada en la llanura de una de las Repúblicas del Continente Americano, viven desde hace años el honorable Don Augusto Salcedo, su esposa Doña Carmen Mancera de Salcedo y sus hijas Julia y Ercilla.
La primera; delgada y pálida, carece de los atractivos de la juventud. La segunda es una hermosa y gentil morena, de larga, sedosa y abundante cabellera, de ojos grandes y negros, torturadores, asesinos según el decir de un exquisito poeta enamorado de su belleza.
Espiritual y entusiasta, forma contraste con su hermana.
En la casa se nota gran animación por la llegada de Romelia y Graciela Manrique, hijas de Don Alfredo Manrique y primas de las Salcedo.
Romelia, alta, morena, sumamente simpática y amable, tiene un no se que de musical en la voz y en los ojos.
Graciela alta como su hermana, blanca y hermosa, de larga cabellera castaña, de ojos claros, soñadores, que miran con alegria el mundo que le sonríe!...
Ellas y las Salcedo se criaron juntas, compartieron los juegos de la infancia, esa edad mil veces dichosa y bendita, en que todo lo vemos a través de un prisma encantador.
La noche del 22 de un bello poético mes de diciembre, fueron homenajeados con un baile de Don Augusto y su esposa, con motivo de cumplir sus 25 años de venturosa unión conyugal.
El ha sabido amar y apreciar a su esposa y ella, mujer de aquilatadas virtudes ha cumplido estrictamente sus deberes de esposa y madre ejemplar!
Por tal motivo, sus parientes y amigos se reunieron, en el hogar modelo, para pasar unas horas de gratas expansiones en aquel ambiente familiar y tranquilo.
Entre los que festejaron el feliz acontecimiento, recordamos a los cultos caballeros: Anadeo D’Lemus, elegante, simpático y esplendido, Ibo Manrique, joven, rubio de regular estatura, recién llegado de la capital y lujosamente vestido. Tonny Olavarrieta, alto, moreno, de simpático porte, Silvio Oliveira, comerciante del vecino pueblo, Jorge y Abel Pacanis, de la culta sociedad de Altamira, Oliverio Durand, simpático, culto y amable, Armando Tavera, alto y moreno como Olavarrieta, Arturo Garmendia, inspirado músico y cantante, que amenizó las horas con las dulces vibraciones de su lira y maravillosa armonía de su voz.
Todos jóvenes, enamorados, platónicos de ilusiones y de esperanzas, se entregaron al placer del baile.
Amadeo D’Lemuss hablaba animadamente con Oliverio Durand, que habría de convertirse por obra y gracia del amor en el compañero de su vida!
Los caballeros tenían exquisitas atenciones para las damas, que dejaban oír su risa argentina.

¡ Oh el vals! ¡“Como se muere una flor” que ponía tanta emoción en las almas!... Y como sabía conmover los corazones, Arturo Garmendia cuado cantaba su expresiva canción:
“Yo te juré mi amor, enloquecido.
Y te dije: Es imposible ocultarlo…
¿Podré esperar ser correspondido?
Y me dijiste tu, voy a pensarlo!

Y después de pensarlo muchos dias...
Y meditarlo con profunda calma,
Me dijiste al fin que me querías
Con todo el corazón, con toda el alma!

Más, dudé yo de tu pasión inmensa,
Por esta razón ntan evidente:
¡Cuando el amor se siente no se piensa
y cuando el amor se piensa no se siente!

Ya en la madrugada se retiraron los asistentes llevándose el recuerdo de esos momentos de emoción divina.
¡Oh instantes de ventura
Vividos en dulce y amena cordialidad…
Siempre en nosotros perdura
Ese recuerdo querido de tanta felicidad!...
El 31 de diciembre dio Don Alfredo Manrique una comida en honor del Dr. Ángel Durand Alvarado, notable jurista y caballero de vasta cultura.
Asistieron (además de los mencionados asistentes en el baile de los Salcedo) la bella y espiritual Flor Hortensia Lovera, Miguel Alcantara, Israel Manrique y Rodolfo Cárdenas, rico propietario de San Marcos.
El Doctor Durand, en elocuentes frases expresó su agradecimiento por las atenciones recibidas; i dirigió finas galanterías a las damas, que primorosamente ataviadas estaban adorablemente lindas e irresistiblemente seductoras…
Después de la comida en referencia, se trasladaron todos al hogar del Sr. Alcantara, donde él y su esposa, la hermosa Ismenia de Alcantara y su cuñada la gentil y graciosa morenita Eloísa Durand, tuvieron demostración de aprecio y simpatía para sus invitados.
En esa fiesta que tenía el encanto y el atractivo de lo fugaz, llamaba la atención Romelia Manrique, elegantísima, con su vestido verde, emblema de esperanza, Ercilla Salcedo, trajeada de azul como el cielo en primavera ¡y como sus ilusiones de aquella noche de perfumes y de música y de luna!.. Graciela Manrique estaba mejor que nunca. Su traje marrón armonizaba artísticamente con el enjambre de sus cabellos castaños y el encanto de todo su ser. Eloísa Durand vestía color de rosa como los sueños de su mente, Flor Hortensia Lovera, de lo mejor con su lindo vestido azul-oscuro.
Ellas del brazo de los caballeros gallardos y galantes paseaban el patio florecido de jazmines, iluminado por una hermosa luna llena, que esa noche, ultima del año, enviaba su luz, como una bendición del cielo sobre los tristes moradores de tierra.¡Que hermosa noche! ¡El ambiente era suave y embalsamado y el cielo esmaltado de bellísimas estrellas estaba teñido de un azul purísimo..!
Abel Pacanis divertía mucho con sus canciones y su risa franca y alegre. Su carácter esfransivo y su buen natural le conquistan en poco tiempo muchas simpatías.
¡El amanecer del 1º de enero fue claro y bello, magnífico, espléndido!
Todos pensamos al aparecer un nuevo año: ¿Qué nos traerá?...¿La felicidad o la desgracia, la realización del bello ideal o la muerte de todas las esperanzas?...
¡Qué felices eran los tiempos de la lucera de ayer, de la lucera de mis recuerdos!...
Era la época en que los amores del gran torero azteca Rodolfo Gaona y la célebre cupletista española Paquita Escribano, llenaba páginas de diarios y revistas y los admiradores se aprendían las canciones de Paquita. Hortensia Lovera, acompañada de Aura Elena Mendoza, que tocaba la lira maravillosamente, cantaba con toda la emoción de su alma romántica y apasionada, plena de sentimiento y ternura:
“Las iras de Dios desata
Aquel que a traición nos hiere…
¡Que siempre el que a hierro mata
Ya sabes que a hierro muere!...
¡Que bien cantaba Flor Hortensia! Como si la misma Paquita cantara al ingrato que hiciera derramar lágrimas a aquellos ojos moros.
Una reunión en donde las Uzcategui. ¡Unas horas gratas y de imperecederos recuerdos!... Una velada que hacía pensar en las de Marquesa de Clemira, porque como en la hermosa villa había bellísimas damas y elegantes caballeros, y se servían vinos añejos en finos cristales.
Entre los invitados recordamos a Oliverio Durand, Ibo Manrique, Jorge, Carlos y Abel Pacanis, Luís Uzcategui y Oscar Urdaneta, que complementaban a las encantadoras Ercilla Salcedo, la morena de los ojos torturadores, que lucía un lindo traje verde-oscuro, i en su hombro una rosa roja, envidiosa de su belleza. ¡Elina Uzcategui, siempre hermosa! Su sencillo traje violeta en su cuerpo elegante sentaba admirablemente.
Flor Uzcategui, gentilísima morena, lucía una alba vestidura vaporosa, Hortensia Lovera vestía color de rosa como los sueños de su alma apasionada. De rojo vestía Alcira Salceda y de amarillo, Consuelo Razeti, estas dos últimas, son dos lindos botones primaverales, que serán mañana, rosas de sin par belleza!
La gentil señora Gloria Uzcategui de Durand deleitó a los asistentes con la música de su lira y la dulce melodía de su voz y fue muy aplaudida.
En esa velada reinó el orden, la cordialidad y la alegría, por eso los invitados se llevaron de ese digno hogar el mas grato recuerdo.
Pocos días después, otra velada se efectuó en el hogar de los Salcedo; con la presencia de Romelia y Graciela Manrique, Ercilla y Alcira Salceda, Elina y Flor Uzcategui, Flor Hortensia y Aminta Lovera y Consuelo Razeti, y de los caballeros Don Alfredo Manrique, Hernán y Armin Arnáez, Ibo Manrique, Arnaldo de Albano, Jorge, Carlos y Héctor Pacanis.
Armin Arnáez, con su admirable voz, recitó una magnifica poesía, donde un improvisado bardo, describe las bellezas de su tierra, Ibo Manrique, la gran composición “El dos de mayo”, que dice que las proezas de la heroica España, Romelia Manrique, “Enferma”, el ilustre poeta venezolano Carlos Borges, bellísima y sentimental poesía.
Graciela Manrique recitó su predilecta “A solas”, que dice las penas recónditas de un corazón enamorado. Ercilla Salcedo, recitò bastante bien “Versos ocultos”, de un exquisito poeta laureado. Hortensia Lovera, la titulada “Siempre a ti”, del gran poeta Gutiérrez Nájera. Aminta Lovera, con una gran emocion en la voz, recitó su favorita: “Óyeme!” Jorge Pacanis y Flor Uzcategui representaron admirablemente el bello drama: “El triunfo de María”.
Todos fueron muy aplaudidos.
Esa noche, que marcó época en los anales de la vida de todos los asistentes a la velada, muchos corazones sintieron el dardo cupido y las almas la emoción divina de los momentos mas felices!...
Una fiesta en “Los Claveles”, linda casa de campo del honorable señor Don Luis Lovera y sus encantadoras hijas Flor Hortensia, Aminta y Celina. Una comida seguida de baile!
Al paso resonante de sus cabalguras, una tarde hermosa, en la esplendidez de la se dirigieron a aquel sitio encantador.
Tonny Olavarrieta, Ibo Manrique, Oliverio Durand, Jorge y Carlos Pacanis y Luis Uzcategui, que escoltaban a las bellas damas Romelia y Graciela Manrique, Flor y Elina Uzcategui, Julia y Ercilla Salcedo, gentiles amazonas! A su llegada a la linda mansión fueron todos cordialmente recibidos. Después de la comida se entregaron todos al placer del baile. Servidas por las manos aristocráticas de las Lovera, apuraron en finas copas, los mas finos licores.
¡Que bien que atendía Flor Hortensia a sus invitados! ¡Que amable la sonrisa de sus labios! ¡Que noble gesto el de sus manos que se tendían francas a sus amigos!
¡Que gratas transcurrían las horas en aquel ambiente de paz, entre flores y música!...
¡Y como anhela el alma volver a vivirlas!
¡Y como sufre la mente angustiada al evocarlas hoy, que nada queda de los que fue tan grande!
Después de tantos momentos felices, veladas, bailes, paseos por los campos…
Uno de los compromisos culminaron en matrimonio, uniendo con los sagrados lazos de las vidas de Jorge Pacanis y Romelia Manrique, Oliverio Durand y Ercilla Salcedo, Ibo Manrique y Flor Uzcategui. Y otro personaje de estos “Sencillos apuntes”, no pudieron relizar nunca sus ideales, porque entre ellos se interpuso la fatalidad, separando a los que juntos hubiesen sido felices!....
Una desgracia tremenda! Una noticia infausta se propagó por toda Lucera: ¡Ibo Manrique se ha suicidado!...
¿Qué terrible fatalidad se apoderó del alma de aquel joven para hacerlo tomar tan trágica resolución? El que parecía poseerlo todo en abundancia, que tenía siempre la sonrisa a flor de labios, que era el arbitro de la elegancia, el alma de nuestras fiestas…¿Qué aciago destino hizo que su mano blanca y fina empuñara un revólver para quitarse la vida?...
¡Fatalidad! ¡Destino! ¡Designios de una voluntad suprema, ante la cual todos debemos someternos!...
Diez meses después de tan doloroso suceso murió, victima de tantos sufrimientos, su esposa la linda y graciosa morena Flor Uzcategui de Manrique.
También sorprendió dolorosamente los corazones Lucereños la muerte del joven Amadeo D’Lemus, el elegante, el simpático, el espléndido que vimos bailar en nuestros salones con su novia Graciela Manrique.
Muchos de los personajes de estos Sencillos Apuntes han muerto! El honorable señor Don Augusto Salcedo, Los apreciables jóvenes Abel Pacanis y Armando Tavera, las distinguidas y espirituales Flor Hortensia y Aminta Lovera, la dulce morenita Eloisa Durand. Otros se han ido lejos de la tierra amada en busca de lo que ella no puedo darle…!
Julia Salcedo, la que por fea e insignificante, no encontró su alma gemela, vive añorando su tierra lejana, en un pueblo frió en el corazón de la montaña, convertida en madre espiritual, es decir la vieja maestra del pueblo!
Otras como Romelia Manrique Y Ercilla Salcedo han cumplido su destino como esposas y madres ejemplares.
Oh! Lúcera, de las bellas puestas de sol, de las noches en que la luna brilla en todo su esplendor maravilloso…
La luna que iluminó las casonas queridas de los Salcedo, las Uzcategui y las Manrique. La luna que iluminó el idilio romántico en los patios florecidos de jazmines, donde las muchachas de esa tierra se sintieron satisfechas de ser buenas, sin ambición en el pecho y los corazones plenos de optimismo y las almas tan puras como el azul de ese cielo.
Lúcera! Que cambio se ha efectuado en ti!...No eres la misma…¡Como te cambió el progreso! Eres nueva rara para los que en un día aciago se alejaron de tu suelo, hoy rico en oro negro, con quintas lujosas, y poblada de gentes extrañas, con idiomas distintos…
Una angustia infinita invade el corazón de los que te habitamos ayer, cuando buscamos, sin encontrarlo, un sitio donde estuvo una casa, donde nació una ilusión o donde murió una esperanza!
El continuo ruido de los motores, el tráfico enorme, la ambición de tus moradores!... Todo ha cambiado!... Ya solo en el recuerdo eres la Lúcera, tranquila, de las costumbres patriarcales, de las serenatas al pie de la ventana, cuando Arturo Garmendia cantaba su bambuco:
Asómate a la ventana
Para que mi alma no pene
Asómate que ya viene
La luz de lena mañana!...
Venturosos tiempos en que el alma no había sufrido desengaños! Con que honda tristeza os evoca la mente torturada, ansiosa de volver a vivir la emoción divina de aquellos días de juventud, de amor, de ensueños, de ideales que no puedieron realizarse nunca!...
El pasado no vuelve, pero el pensamiento viajero infatigable, nos lleva siempre a los lugares donde amamos y fuimos amados y vivimos con el alma entera momentos de indecible encanto! Y la memoria ve desfilar como en la pantalla del cine a las personas queridas que nuestros ojos no han de volver a ver jamás!...
Eran los tiempos en que estaban tan distantes las capitales. Ye eran los jóvenes de Altamira y de la Pastora que visitaban a Lúcera, y sostenían correspondencia frecuentemente con las muchachas sencillas de aquel pueblecito encantador, en medio de la llanura, con sus grandes árboles centenarios y sus bellos paisajes.
Oh! Las casas hospitalarias de ambiente acogedor de las Manríquez y las Uzcategui!... La casa de las Salcedo, donde el bondadoso anciano Don Augusto tuvo siempre pan para el mendigo, una frase de consuelo para el triste y un consejo oportuno para el extraviado,
Don Augusto Salcedo y Doña Luisa de Uzcategui, que practicaron la caridad en todo momento; Amadeo D’Lemus, tan franco y tan leal, Ibo Manrique tan joven y apuesto, Hortensia y Aminta Lovera, tan buenas, tan gentiles, Flor de Uzcategui, que tebía tanto encanto y simpatía, Eloisa Durand, la linda morenita, Abel Pcanis, siempre alegre y optimista, Armando Tavera, el incansable luchador! Vosotros viviréis siempre en el recuerdo!... Y por vosotros dirigiremos al eterno la plegaria mas ferviente que llegará a su trono!
Y el cruel destino de Graciela Manrique, la muchacha inteligente, culta y hermosa, de la cabellera castaña y los ojos soñadores, que fuera orgullo y presidenta de la sociedad Lucereña, recluida hoy en un sanatorio mental, perdida la luz de su cerebro, nos llena de un dolor violento, inhumano, el corazón que se revela contra la bárbara impiedad del destino.
En esta hora melancólica de la tarde al declinar, propicia a las dolientes remembranzas, escribo la ultima página de estos Sencillos Apuntes donde dejo jirones de mi alma.







AGRADECIMIEMTO DE ADOLFO RODRIGUEZ

Agradecimiento

A Ana Socorro del Corral, quien nos orientó para saber quien era quien en Las Mercedes del Llano como en Chaguaramas de los XIX y comienzos de XX, a los hermanos Alcira y Agapito González Rachadell, quienes revisaron estos originales dejados por doña Concha Rachadell en manuscritos primorosamente conservados en antiguos cuadernos escolares. A la joven Maria Alejandra Hernández Gonzáles de la misma parentela, quien transcribió dichos originales. Al poeta José Francisco Martínez, quien nos hizo entrega de uno de esos valiosos testimonios que aquella maestra excepcional legó a la posteridad. A doña Concha, desde luego, quien confió en nuestra disposición para preservar los restos de una memoria que no pudo sepultar el petróleo. Al escritor, médico y promotor cultural Edgardo Rafael Malaspina Guerra, a quien se debe este destino final de tales legajos para ponerlos a circular entre todo quien aguarda memorias de aquellas tierras que fuimos dejando en el camino.


San Juan de los Morros, marzo del 2007

PRESENTACIÓN DE SENCILLOS APUNTES

PRESENTACIÓN

Sòlo Carlojuvenal ha trabajado el cuento como creación literaria relacionada con Las Mercedes del Llano. Historias Pueblas, obra que publiqué en el año 2000, ha recibido los mejores comentarios y elogios por parte de los entendidos en la materia. En el prólogo escribí: “Historias Pueblas tiene como marco ambiental un pueblo- Las Mercedes del Llano-; con su historia, la historia de su fundación, plasmada con un tratamiento particularmente literario. Pero, además, están sus personajes: entidades orgánicas de esta tierra con sus anécdotas, sus vicios y visiones; su vida en una palabra, que es la vida paralela y el espejo íntimo, generacional del pueblo”.
Pero hay un relato inédito perteneciente a Concha Rachadell y que retrata la vida prepetrolera mercedense. Se llama Lúcera, y llega a mis manos a través del Dr. Adolfo Rodríguez, Cronista Mayor del Guárico, junto a otros importantes manuscritos de la misma autora.
En el Primer Encuentro de Geohistoria de Las Mercedes del Llano, realizado en el 2005, el Dr. Rodríguez habló de Concha Rachadell y de Lúcera. Rachadell nació en Chaguaramas (8-12-19002) y murió en San Pedro de los Altos (8-02-1990) . Fue la primera maestra de Las Mercedes. Además de pedagoga era una persona culta, escritora de alto vuelo y poetisa muy hábil en el manejo de las metáforas.
Según Rodríguez, Lúcera refleja “una época galante que coincide con el espíritu de belle epoque que caracterizó a Venezuela en un tiempo anterior al boom petrolero”.
En Sencillos Apuntes o Lúcera , un cuento que tal vez pudo haberse desarrollado hasta convertirse en novela, todos los nombres están cambiados. Lúcera (ciudad medieval de Italia) es Las Mercedes del Llano. Los personajes casi todos identificados por Rodríguez) vivieron en el pueblo y la autora teje una trama a través de fiestas y veladas culturales y poéticas. Todo lo narrado sucedió en la realidad.
Con mucha nostalgia, Rachadell habla de los cambios que sufrió el pueblo con el advenimiento de la explotación petrolera: “Lúcera ¡ qué cambios se han experimentado en ti! No eres la misma...¡Cómo te cambió el progreso. Eres nueva para los que te habitamos ayer y que un día aciago nos alejamos de tu suelo, hoy rico en oro negro, poblado de gente extraña, con idiomas distintos. Una angustia invade el corazón, cuando buscamos, sin encontrarlo, un sitio donde estuvimos, una casa,...donde nació una ilusión y donde murió una esperanza!.

Está escritura es típica de un momento histórico y muestra la renuencia a los cambios, la tristeza por el pasado idílico. El ruido automotor, por ejemplo, es rechazado, y el trote de las cabalgaduras es recordado románticamente.
Además del cuento, hay otras cuartillas en prosa sobre sitios y gente del Guárico.La poesía, bien lograda , está dedicada a destacados hombres y mujeres de la región.
Creo que estos apuntes de Concha Rachadell tienen un gran valor histórico y literario para todos nosotros los guariqueños , y especialmente para los mercedenses.

Dr. Edgardo Malaspina
Cronista de Las Mercedes del Llano.

miércoles, 3 de octubre de 2007

BAUTIZO DEL LIBRO SENCILLOS APUNTES.



FLORA CANCINI,EDGARDO MALASPINA, RAÚL CARBALLO Y MARINO MARCANO, PRESIDENTE DE LA CÁMARA MUNICIPAL.

WILLIAN PÉREZ


WILLIAN PÉREZ, MAESTRO DE CEREMONIA EN EL BAUTIZO DEL LIBRO SENCILLOS APUNTES.

EL ALCALDE RAÚL CARBALLO BAUTIZA EL LIBRO


EL ALCALDE RAÚL CARBALLO BAUTIZA EL LIBRO "SENCILLOS APUNTES" DE CONCHA RACHADELL. LAS MERCEDES.22.09.2007.

BAUTIZO DEL LIBRO SENCILLOS APUNTES


BELLEZAS MERCEDENSES

BAUTIZO DEL LIBRO SENCILLOS APUNTES


El sábado, 22 de septiembre e 2007, fue bautizado el libro SENCILLOS APUNTES, de Concha Rachadell, primera maestra de Las Mercedes del Llano.En la foto: Ligia Navas, Edgardo Malaspina y Dalila de Arbeláez .