LAS MERCEDES DEL LLANO: MÁS DE UN SIGLO DE HISTORIA

LAS MERCEDES DEL LLANO: MÁS DE UN SIGLO DE HISTORIA
LIBRO DE EDGARDO MALASPINA.




LAS MERCEDES DEL LLANO Y SU HISTORIA

LAS MERCEDES DEL LLANO Y SU HISTORIA
2014

martes, 12 de noviembre de 2019

EL ÚLTIMO ADIÓS DE MONSEÑOR VÍCTOR MANUEL PÉREZ ROJAS, UN GRAN MERCEDENSE.





EL ÚLTIMO ADIÓS DE MONSEÑOR VÍCTOR MANUEL PÉREZ ROJAS, UN GRAN MERCEDENSE.

Edgardo Malaspina

1
Murió Monseñor Víctor Manuel Pérez Rojas, destacada personalidad de la Iglesia Católica venezolana, Obispo Emérito de la Diócesis de San Fernando de Apuré, Obispo titular de Tagaria y Obispo Auxiliar de Calabozo.
2
Víctor Manuel Pérez Rojas nació en Las Mercedes del Llano el 17 de octubre de 1940, y dijo su último adiós el 12 de noviembre de 2019.
3
Se ordenó como sacerdote el 11 de septiembre de 1965 en Las Mercedes del Llano, y dio su primera misa al siguiente día  también en Las Mercedes del Llano. Sus misas eran clases magistrales de liturgia, exégesis bíblica e historia nacional y universal.

4
Sus estudios de primaria los realizó en el Grupo Escolar Monseñor Rodríguez Álvarez,  la misma institución que ha acogido en sus inolvidables cálidas aulas a muchos mercedenses. Luego hizo sus estudios sacerdotales en los Seminarios de Calabozo, Divina Pastora de Barquisimeto y Santa Rosa de Lima de Caracas.
5
Cuando el papa Juan Pablo II,  lo nombró Obispo de Calabozo el 23 de junio de 1998, en San Juan de los Morros se realizó una emotiva ceremonia para celebrar su designación y desearle éxitos en esa nueva etapa de su carrera religiosa. El doctor Rafael Emilio Silveira, gobernador del Estado Guárico para aquel entonces, dirigió este acto solemne y festivo, y resaltó los momentos más importantes de  la meritoria vida del sacerdote mercedense.
Las Mercedes del Llano se unió también a estas celebraciones y recibió a Monseñor Víctor Pérez  Rojas con arpa, banda militar, flores, poemas y discursos elogiosos.
6
En el 2015 , en el marco de la  XLIII Convención de Cronistas de Venezuela (ANCOV) en la ciudad de Valencia, tuve el honor de presentar mi libro “          Las Mercedes del Llano y su historia” ; en la Catedral de Valencia el cronista de Mérida Cardenal Baltazar Porras, me dijo: “Bautizo este libro con profundo cariño, porque se refiere al pueblo de mi amigo y compañero seminarista Monseñor Víctor  Pérez Rojas”.
7
Nos dijo adiós Monseñor Víctor  Pérez Rojas, un gran amigo, un gran mercedense, un gran guariqueño, un gran venezolano.



viernes, 4 de octubre de 2019

SALA DE ESPERA

SALA DE ESPERA
(A mi entrañable amigo Edgardo Malaspina)
La niña se arrastra
no sabe de infartos
ni del poema que me contiene
sigue siendo de carne y hueso
en medio de esta ronda
de heridas, desazones
batas blancas y estornudos
ni un solo ángel
somos los únicos en el ramaje
(“el bien y el mal” florece en otoño
las sonrisas y las tristezas
son hojas amarillas)
Dios lo quiere todo
él también se arrastra
en esta sala de espera.
Jeroh Juan Montilla

miércoles, 2 de octubre de 2019

HUMBOLDT EN LAS MERCEDES


HUMBOLDT EN LAS MERCEDES


Dedicado a Don Edgardo Malaspina, su cronista.

Nada extraño que en Las Mercedes del Llano hubiera una tradición referida a presunto paso de Humboldt por la zona cuando recorría tierras del actual Estado Guárico. No hizo tal trayectoria. Pero hubo en los cincuenta una escuela con el nombre de un venezolano a quien el sabio le concede fama universal: Don Carlos del Pozo y Sucre, que hacía en Calabozo experimentos de física y electricidad. Estudié allí. La asociación con el pueblo no podía ser más notoria. La comentaron quizá compañeros acuciosos como mi hermano Alirio, Mayorguita o Eddy Ramírez; maestros preparados que les gustaba enseñar, como Anita Tovar, Víctor Vera Morales, Carmen Navarro, Corere Chacín, etc. O los hermanos Ledezma (Celestino y Rómulo) que de todo sabían. Un rumor fascinante, que nos puso a imaginar al explorador lejano merodeando por los farallones, una falla geográfica que nos atraía al sur del poblado. La suposición derivada, parcialmente quizá, de la obra “Viaje a las Regiones Equinocciales del Nuevo Mundo”, donde el viajero menciona el hato Nuestra Señora de Belén de Mata Linda. Uno de los cinco fundos con más reses entonces. No anduvo por allí y el dato pudo dárselo el dueño Tomás Paz del Castillo, Juez de Llano ese 1800 en que el alemán se enrumbaba desde el norte, por Calabozo y Apure, hacia el Orinoco.

Adolfo Rodríguez

martes, 9 de julio de 2019

UNA VELITA POR LAS MERCEDES DEL LLANO



TROJA De Libros

UNA VELITA POR LAS MERCEDES DEL LLANO

Adolfo Rodríguez
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“El problema económico y social de esta colectividad guariqueña lo solucionan las mujeres con un Comité Femenino en pro del mejoramiento social de esta simpática población llanera. PD: Mujeres para que haya triunfo tiene que haber riesgo”.

Antonio Angelino
Mi Frase del Día 24 de agosto de 1969
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Son bien conocidos mis nexos con Las Mercedes del Llano, desde 1945 en que llegamos desde Santa María. En tanto que con Juan José Rondón lo estudio por cuanto representa para comprender el proceso llanero venezolano de 1810-1814. Un historiador colombiano lo creía nativo de Colombia, muchos que era de Espino hasta resultar de Santa Rita. Algunos parientes míos comparten su apellido. Por lo cual ocupa sitio especial en mis devociones quien fue criador de caballos, devoto de la realeza, inclinado hacia la República gracias al genio conciliador de Pedro Zaraza.

Sobre métodos y teorías relacionadas con toponimias sé poco. Denominaciones que sugiere la ecología, las creencias, las etnicidades o la historia y que, usualmente, convalida un prolongado sentido de pertenencia. Casos en los que considero el nombre de Las Mercedes del Llano. Toponimia que alude, probablemente, tanto a la divinidad católica (hagiotopónimo) como a presuntas damas que coprotagonizan el poblamiento inicial (antroponimia). Tradición que parece reforzarse con el surgimiento de una prestancia local que tiene antecedentes en Concha Rachadell, entre otros méritos, por su esmero en novelar la belle epoque del poblado. Que no conocí, aunque sí la saga por el cual las maestras Corere y Anita Tovar, deponen, a punta de argumentos, a un director con ínfulas dictatoriales. Armado por cierto. Liderazgo, tácito, silencioso, enérgico o calmado, que prosigue en mujeres como Carola de Ledezma, Cruz Marchena, doña Mercedes de Pérez, Estela de Reina, Tilde Palma, María de Baduel, Ana Socorro del Corral, Estela de Velásquez, Celina Ruiz, Conchita Del Corral, Margot Carballo, Olga de Manuit, La Catira Angelino, Chencha Ramírez, etc. Tal así que el emblemático cronista callejero –Antonio Angelino- hace eco de esa excepcionalidad al declararse convencido de la lucidez con que estas y otras damas asumen la problemática local y se esfuerzan en solucionarla. Sin que olvidemos féminas que se aposentan allí por imperativos socioeconómicos y son dechados de hermosura, afectividad y gracia, enriquecedores del patrimonio espiritual.

Sobre los orígenes de topónimo mercedense, exhaustiva y acertadamente narrado por el doctor Edgardo Malaspina, nada extraño es que proceda de un buen genio masculino. Los llaneros, peculiarizados por su reciedumbre y aparente machismo, reconocen habitualmente las funciones que cumple la mujer para hacer llevadera la vida: maternidad, compañerismo marital, hermandad, amor filial. Incontables eventos lo confirman. Así que los hombres que se fundan en el descampado lugareño, pudieron emprender espontáneamente el designativo o compartirlo. Primero tal vez el sustantivo básico, con su carga de suavidad semántica y sonora y luego el determinativo que puntualiza qué clase de “Mercedes” (el morfostopónimo “del Llano”). Una expresividad de amable y recia procedencia.

El sentido utópico que ningún conflicto político o militar o rigor ganaderil o petrolero logran mellar. Tal vez por esa insinuación de recogimiento tras la dura faena, ámbito solaz, destino grato al final de ingentes correrías, arduas cacerías, cimarroneras o trashumancias. La posada, hogar o amparo ante el tórrido clima, la tierra seca, el manantial salobre, el rudo compromiso. Feminidad del llano para el llano, con el llano, en el corazón del país para tradiciones reflejadas ya en muchos libros, acetatos y recuerdos. Topónimo de acendrada legitimidad histórica y ambiental con arraigo de especies que se aclimatan de modo irreversible. Cuestión de ver.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

MALASPINA, Edgardo. Las Mercedes del Llano: más de un siglo de historia. Caracas: Miguel Ángel García e hijo, 1997, 107 p. (Prólogo de Gilberto Osvaldo Molina)
RODRÍGUEZ, Adolfo. “Las Frases del Día: un muestreo”, en Troja de Libros, FB, Internet. 2018.