PORFI JIMÉNEZ EN LAS MERCEDES.

 

APUNTES PARA LA HISTORIA MUSICAL DE LAS MERCEDES DEL LLANO

PORFI JIMÉNEZ EN LAS MERCEDES DEL LLANO.

 

Edgardo Rafael Malaspina Guerra.

1

Porfirio Antonio Jiménez Núñez, conocido en el mundo artístico como Porfi Jiménez (1928-2010) era dominicano de nacimiento, pero se hizo venezolano cuando llegó al país con solo tenía veintiseís años de edad; y entre nosotros hizo su carrera musical: llegó a tocar con la  Billo's Caracas Boys y le hizo arreglos a las canciones de Felipe Pirela .

2

Con su orquesta amenizó veladas bailables en todos los rincones del país con sus salsas, cumbias  y merengues dominicanos. Las Mercedes del Llano tuvo el privilegio de contar con su visita.

Entre sus canciones más conocidas tenemos: Pata Pata de Miriam Makeba, en su versión tropicalizada; La hierba se movía, Culu Cucú, Ululú kukú lalá, La negra Celina, Se hunde el barco, y muchas otras.

Sus éxitos  se escuchaban en toda América, incluyendo la del Norte, donde fue homenajeado en el 2007 en  Nueva York por la Orquesta de las Naciones Unidas, por sus grandes aportes a la música latina.

3

La orquesta, con Porfi Jiménez a la cabeza, había preparado un repertorio especial para las fiestas patronales de Las Mercedes. Desde el primer acorde, la melodía envolvió a todos los presentes, llevándolos a un viaje sonoro que revivía viejas memorias y animaba los corazones.

Los hombres y mujeres mercedenses  se dejaban llevar por el ritmo contagioso de la cumbia y la salsa. Las palmas se levantaban, los pies se movían como si estuviesen en una danza ensayada, y las sonrisas iluminaban los rostros.

A medida que las horas avanzaban, la música se intensificaba, invitando a todos a dejar atrás las preocupaciones y sumergirse en la alegría colectiva. En un momento culminante de la noche, la orquesta comenzó a tocar “Culu Cucú”, canción de moda, conocida por todos; entonces los mercedenses bailaron con más energía y alegría.

(Fuente: Edmundo de Jesús Malaspina Guerra)

 

 

LA PATRONA DEL PUEBLO.

 

HOY ES DÍA DE LAS MERCEDES DEL LLANO.

Edgardo Rafael Malaspina Guerra

1

La primera Patrona del pueblo fue la Virgen del Carmen, cuya imagen de yeso pertenecía  a Doña Cornelia González  de Soto. Se le rendía culto en la primera capilla. Cuando en los años treinta del siglo XX un incendio destruyó las imágenes  santas, doña Chepa Márquez enterró las cenizas de la Virgen del Carmen en el centro del cementerio. Luego de estos hechos, la Virgen de Las Mercedes se convirtió en la Patrona del pueblo.

2

La Virgen de La Merced o Nuestra Señora de Las Mercedes es una de las variantes de la Virgen María, cuya vestimenta es su manto. Se le denomina también Generala de los Ejércitos Celestiales, la Mujer Vestida de Sol y la Reina de la Paz. Sus orígenes se remontan a la Edad Media: en 1218 su inspiración fue necesaria para rescatar a los seguidores de Cristo prisioneros de los musulmanes, quienes dominaban en España. De allí la tradición de perdonar y liberar prisioneros en su día.

3

 Pedro Nolasco fundó la “Orden de la Virgen de la Merced de la Redención de los cristianos cautivos de Santa Eulalia de Barcelona”. La orden logró la libertad de trescientos mil cautivos. En el siglo XIII la devoción por la Virgen de Las Mercedes estaba ampliamente difundida en España, Francia e Italia. Los seguidores españoles de la Virgen de Las Mercedes jugaron papel importante en la evangelización de América.

4

En Argentina es la Patrona del ejército y de casi veinte ciudades. En Perú, con la mayor cantidad de seguidores en el continente, es Patrona de su ejército y de tres regiones. En Bolivia existe la Archicofradía de Nuestra Señora de La Merced, fundada en 1730; y es Patrona de la Juventud. En Colombia es Patrona de tres ciudades. En Ecuador es Patrona de las Fuerzas Armadas y de varias ciudades. En República Dominicana es Patrona de diez provincias. En Nicaragua es Patrona de Matagalpa y otras tres ciudades. En España es Patrona de las instituciones penitenciarias y de cuatro ciudades. Es también Patrona en regiones de Chile, México, Panamá, Filipinas, y hasta en Norteamérica se le adora, en el Estado de Delaware. En Venezuela es Patrona de San Pablo, capital del Municipio Arístides Bastidas, en el Estado Yaracuy, de muchos barrios, de los prisioneros, y por supuesto, de nuestra ciudad.

5

Las Mercedes del Llano está unida a muchas regiones del mundo a través de su Patrona, símbolo de la solidaridad, la paz, la misericordia y el perdón.

Fotografía: Edmundo Malaspina.

 

 

HACIA LAS FIESTAS PATRONALES DE LAS MERCEDES, PUEBLO DE LLANO Y MONTE.

 

HACIA LAS FIESTAS PATRONALES DE LAS MERCEDES, PUEBLO DE LLANO Y MONTE.

Edgardo Rafael Malaspina Guerra

1

En mis tiempos estudiantiles en el Liceo Roscio, en una ocasión  viajaba a Las Mercedes con motivo de sus fiestas patronales. Una de las pasajeras era una señora mercedense que vivía en Caracas, y tenía más de veinte años que no visitaba el pueblo.

El chofer era el señor Agustín Contreras, uno de los dos conductores que realizaban el trayecto San Juan de los Morros-Las Mercedes del Llano, y viceversa.

Cuando íbamos llegando a Roblecito, caserío cercano al pueblo, la señora dijo con cierto desdén:

—¡Huele a monte!

Inmediatamente, don Agustín le ripostó de manera muy decente y con mucho orgullo y gallardía:

—Señora, cierto, huele a monte, y eso quiere decir que usted está respirando aire puro. Alégrese de que ya no respira el aire contaminado de la ciudad.

¡Bienvenida al monte de Las Mercedes! Remató don Agustín con cierto dejo de humor e ironía.

2

Bolet Peraza dice que el monte es un gigante que  con su altiva cumbre al cielo, inspira  ideas de dignificación,  si quien lo mira sabe ascender  con él  en espíritu.

Desde la distancia contemplo mi pueblo a través del prisma del recuerdo y la nostalgia, y levito sobre sus predios para poetizarlo.

3

Las Mercedes es monte y llano con sus respectivos potreros. ¿Quién de nosotros no ha participado, de alguna manera, en las bregas diarias de nuestros campos?

Todas las mañanas, mi madre me daba una jarra y decía:

—Vaya a comprar la leche, allá donde Fausta, en la calle “El ganao”.

4

La gente se trasladó del monte para fundar pueblos. Pero se trajo las sabanas con todas sus costumbres y labores. Es por eso que en nuestras poblaciones hay una calle “El ganado”. Allí, en una esquina del mapa pueblerino, estaban los corrales, el ganado pastando o reposando con la caída de las sombras y los cantos de los ordeñadores en las madrugadas entre mugidos.

Más de una vez me correspondió transitar entre bostas para hacer el mandado mañanero de comprar la leche recién ordeñada en la calle El Ganado, un pedacito del llano infinito.

5

Víctor Manuel Ovalles en su famoso libro  “El llanero” afirma que el hombre de nuestros montes ha tenido que luchar con una naturaleza imponente y agreste en un territorio de hermosos y dilatados  horizontes, pero siempre expuesto a muchos peligros. “Por ello la poesía, que inspira la solitaria pampa a su habitador, refleja antes que todo el valor, la destreza, la agilidad y la astucia del hijo de las llanuras”.

6

Existe una interacción dialéctica  del llanero con su tierra, plasmada en una imagen que puede ser, simbólicamente, la de  un becerrero cumpliendo sus tareas consuetudinarias entre establos, aperos y canturreos, la más genuina poesía del ordeño.

 

LOS CORRALEROS DE MAJAGUAL EN LAS FIESTAS PATRONALES DE LAS MERCEDES.

 

APUNTES PARA LA HISTORIA MUSICAL DE LAS MERCEDES DEL LLANO.

LOS CORRALEROS DE MAJAGUAL EN LAS FIESTAS PATRONALES  DEL PUEBLO.

Edgardo Rafael Malaspina Guerra

 

 

 

1

La orquesta colombiana  Los Corraleros de Majagual fue creado en 1962 por  Antonio Fuentes. El conjunto fue considerado el más importante de la llamada “música costeña” y  obtuvo múltiples premios en su país y en el extranjero. En Venezuela fue galardonada con el Guaicaipuro de Oro en 1967.

2

Se considera a Los Corraleros de Majagual como reformadores de la música popular colombiana por la incorporación de acordeones e instrumentos metálicos. Entre sus más importantes cantantes están  Alfredo Gutiérrez y Calixto Ochoa. Su nombre proviene de una región colombiana muy conocida. Entre sus canciones más famosas  están: El Pájaro Picón, Hace un Mes, Tingo al Tango, La Yerbita, Caballo Viejo, Festival en Guararé y La Pollera colorá, entre muchos otros éxitos.

3

Los acordeones de Los Corraleros de Majagual se escucharon en las Fiestas Patronales del pueblo. Los artistas entraron al pueblo y al chequear sus instrumentos se dieron cuenta de que el sonido estaba fallando. El propio Alfredo Gutiérrez se presentó en nuestra casa, porque se informó de que Mundito tenía un sonido en su conjunto musical, adquirido en Chaguaramas con la ayuda de nuestro padre, por supuesto.  Luego de una breve conversación, Edmundo le alquiló el equipo de sonido. De esta manera, Alfredo Gutiérrez, El rebelde del acordeón, pudo interpretar su canción más famosa  “Festival de Guarané”.

4

Los Corraleros de Majagual estaban de moda en aquella época y sus discos sonaban en todas las rocolas de los bares, en todos los barrios y todos los rincones del pueblo; por eso en su actuación el lleno fue total en la avenida Bolívar.

Salió gente de hogares  honorables, pero también de casas “non muy  santas”. Bailaron,  como en las novelas del médico y escritor cubano Miguel de Carrión,  “Las honradas”  y “Las impuras”. De allí que el   estilo dancístico  de la velada se ubicó en las antípodas del  recato y el desenfado.

 

Fuente: Edmundo de Jesús Malaspina Guerra.

LA CAMPAÑA DE ALFABETIZACIÓN CON EL LIBRO DE JUAN CAMEJO.

 

 

MEMORIAS MERCEDENSES

LA CAMPAÑA DE ALFABETIZACIÓN CON EL LIBRO DE JUAN CAMEJO.

 

Edgardo Rafael Malaspina Guerra

 

1

En 1970, cursaba sexto grado de primaria en el Grupo Escolar Monseñor Rodríguez Álvarez de Las Mercedes del Llano. Un día la maestra Dalila nos dijo que en el marco de la campaña de alfabetización para adultos había seleccionado a unos cuantos alumnos para que tomaran parte en ella.

Primero hizo una encuesta exploratoria  para averiguar si los alumnos teníamos padres analfabetos, para empezar por  casa.

Uno de nuestros compañeros contestó:

—Mamá sabe escribir, pero no sabe leer.

Nos pareció rara esa respuesta.

2

Nos dieron instrucciones para encontrar a nuestros posibles estudiantes adultos. Las Prieto eran unas ancianas solteronas que tenían una bodega  con mercancía colocada en estantes antiguos de madera, mostrador bien alto, nevera de kerosén y frascos bocones llenos de caramelos. A ellas visité de primero porque me constaba que eran analfabetas.

Le expliqué a doña Concha, la mayor de las Prieto, lo de mi misión. Le pregunté si se  enrolaría para que aprendiera a leer. Me contestó a su vez con una pregunta:

—¿Para qué quiero saber leer, si yo sé contar que es lo más importante para mí?

 

Efectivamente, Concha era una experta contando monedas para dar el vuelto. Si uno compraba víveres por tres bolívares y pagaba con un fuerte de plata (cinco bolívares), ella sacaba cinco monedas, de un bolívar cada una, de un bolso de tela  que cargaba como delantal y los colocaba sobre el mostrador. Luego, empujaba hacia el comprador  dos monedas, y las restantes  iban a su marusa.

3

Me dirigí a Columba, la menor, siempre quejándose de sus dolores artríticos y con fama de ser excelente cocinera.

Su respuesta fue contundentemente   lacónica:

—¡Loro viejo no aprende hablar!

4

Salí de la bodega y dirigí mis pasos hacia una tercera candidata, cuyo nombre no recuerdo, pero si que tenía dos muchachos pequeños. Ella aceptó la propuesta con mucho gusto.

Luego de una inducción me entregaron un libro de Juan Camejo, unos cuadernos y unos lápices. Le di todo ese material a mi adulta pupila, y le dije:mañana empezamos.

5

Al siguiente día me presenté para la primera clase. Ella, en vez de saludarme, me mostró el libro de Juan Camejo y me dijo: Mire lo que hicieron mis hijos cuando yo estaba en el trabajo.

El libro de Juan Camejo tenía rayas, de todos los colores,  en la portada y en todas las páginas, que parecía un álbum con  pinturas cinéticas de Jesús Soto.

Sin embargo, el texto se distinguía entre ese rayero, y la señora,  después de un tiempo y gracias a Dios, aprendió a leer.

Ella estaba orgullosa, y yo también.

 

Fotografía de Alfonso Javier Malaspina Guerra: La bodega  de las Prieto.

LOS MELÓDICOS EN LAS MERCEDES DEL LLANO

 

APUNTES PARA LA HISTORIA MUSICAL DE LAS MERCEDES DEL LLANO.

 

 

LOS MELÓDICOS EN LAS FIESTAS PATRONALES DEL PUEBLO.

Edgardo Rafael Malaspina Guerra.

1

Los Melódicos, la  banda venezolana fundada en 1958 por Renato Capriles, estuvieron  en las Fiestas Patronales de Las Mercedes del Llano, y sus artistas también pasaron por los pasillos de nuestra casona. Esta orquesta monumental grabó más cien Larga Duración, fue la primera en representarnos en extranjero; y un momento dado de su gran fama dieron conciertos casi a diario en los diferentes pueblos y ciudades del país.

2

Verónica Rey fue una de las grandes voces femeninas de Los Melódicos, nacida en Caracas en 1946, y  conocida como “La Diosa Melódica” cantó sus canciones más populares y pegajosas (Yo no creo en los hombres, María Morena, Amargo y dulce, etc.)en avanzado estado de gravidez. En sus descansos y para sus asuntos personales contó con el apoyo y la mano solidaria de nuestra hermana Luisa Antonia en los interiores de nuestra casona.

3

Manolo Monterrey (1914-1997) también nos visitó como artista de Los Melódicos, aunque se formó  en La Billo en sus primeros tiempos.

El Maestro Billo lo llamó “El ciclón antillano”.

Todos conocemos las canciones interpretadas por Manolo Monterrey con gran resonancia en radio y televisión: “María Cristina”, “Ni hablar del peluquín”,  “Ariel”, “Que me la den entera”,  “Mamá yo quiero un cadete”, “Cuando florezcan las amapolas”, “Apretaíto”,  “Caminito de Guarenas”, “Kakarakatiski”, “La pollera colorá”, y muchos otros inolvidables éxitos.

4

Los cantantes de Los Melódicos compartían amenamente libando un licor popular en aquel entonces: Triple filtrado La Florida. En nuestra casona, el cuarto de Mundito le servía de camerino. Tomaban un baño alrededor de las cinco de la tarde para luego vestir sus trajes, maquillarse y perfumarse antes de subirse a la tarima.

Para ganarle tiempo al tiempo, los artistas se bañaban de dos en dos, vertiéndose agua de un tambor y con totumas.

Cuando le tocó el turno al “Ciclón antillano”, Manolo Monterrey, se encerró solo en el baño, y desde allí vociferó:

—Me baño en solitario porque no soy pato.

5

Luego del primer set musical, Manolo Monterrey entró a la casa para invitar a papá a tomarse un whisky.

 

Fuente: Edmundo de Jesús Malaspina Guerra.