CRÓNICAS DE LAS MERCEDES DEL LLANO
Por: Edgardo Malaspina
BELEN Y EL OBISPO MARIANO MARTÍ
Parte de la Venezuela del siglo XVIII fue visitada y descrita por Monseñor Mariano Martí, el famoso obispo de Puerto Rico y luego de Caracas. Su periplo, de dimensiones épicas, duró más de doce años. En ese lapso realizó lo que hacen los censos modernos y mucho más. En efecto, además de anotar la cantidad de habitantes de los poblados con su respectiva discriminación por razas; los animales; la existencia de iglesias con sus curas; los hospitales con sus médicos y enfermos; Martí también fundaba pueblos.
Por: Edgardo Malaspina
BELEN Y EL OBISPO MARIANO MARTÍ
Parte de la Venezuela del siglo XVIII fue visitada y descrita por Monseñor Mariano Martí, el famoso obispo de Puerto Rico y luego de Caracas. Su periplo, de dimensiones épicas, duró más de doce años. En ese lapso realizó lo que hacen los censos modernos y mucho más. En efecto, además de anotar la cantidad de habitantes de los poblados con su respectiva discriminación por razas; los animales; la existencia de iglesias con sus curas; los hospitales con sus médicos y enfermos; Martí también fundaba pueblos.
Mariano Martí ocupaba en 1762 el Obispado de Puerto Rico, el cual comprendía además las islas de Trinidad, Margarita y aguas del Orinoco hasta Cabruta, supuestamente. Esta última población la visitó por primera vez en 1765 para comprobar que pertenece a Caracas y no a Puerto Rico. Elabora un informe , con el cual sus superiores prohíben a los curas de Puerto Rico acercarse a Cabruta bajo pena de excomunión.
En 1769 es designado Obispo de Caracas y pronto inicia los preparativos de la gran empresa de su vida (1771-1784) por los caminos de Venezuela. Con una voluntad de hierro, no lo detendrán ni la escasez de medios de transporte, ni el clima adverso, ni las enfermedades. En 1780, ahora como flamante Obispo de Caracas, Martí llega a Cabruta nuevamente. Constata que su población es de 219 habitantes: 98 blancos,21 indios, 59 pardos, 10 negros y 31 esclavos. El pueblo lo conformaban 19 casas, pero tenía otras 22 alrededor. Poseía una iglesia dedicada a San Ignacio de Loyola , hecha de varas y palmas.
En 1871 Martí decreta la creación de la parroquia de Santa Rita de Manapire para que la gente pueda cumplir con la iglesia cuando los ríos estén crecidos.
El 13 de febrero de 1783, el Obispo y su comitiva salen de El Calvario a las cuatro de la tarde. Cruzan el río Orituco fácilmente porque lo encuentran seco. Los senderos les parecen buenos por lo llano y las quebradas sin agua. A las diez y media de la noche llegan al hato la Piragua. De este último sitio parten al siguiente día (14 de febrero) a las cuatro y media de la tarde.
Pasan por el hato el Punzón, luego por Palacios y Los Aceites a través de su quebrada seca en ese entonces. A las 11 y media de la noche llegan al hato de Belén, sitio muy cercano al actual pueblo de Las Mercedes. El hato pertenece a Don Tomás del Castillo y corresponde al Curato de Chaguaramas. Según Martí la Capilla fue fundada alrededor de 1722 con permiso del cura de Lezama y era la primera de esos llanos ( restos de la misma se conservan y son conocidos por los vecinos como el Ladrillal de Belén.). Allí se celebraban misas, matrimonios y se le daba sepultura a los difuntos de los caseríos cercanos. El Obispo certifica que hay dos tumbas pertenecientes a sendos sacerdotes.
En la mañana Martí obtiene importante información: la Capilla se arruinó hace 25 años, su cura residía sólo cuatro meses al año y luego partía a Las Palmas, a cinco leguas de Belén. El actual amo del hato la remodeló con paredes de bahareque, techo de tejas, una puerta grande frontal y dos ventanas laterales. Faltaba un altar para la misa por que los vecinos pidieron licencia para celebrarla, exponiendo dificultades para oírla en Chaguaramas. Martí los invitó a visitarlo en Caracas para otorgarles el permiso correspondiente.
El 15 de febrero de 1783 las cabalgaduras de los visitantes pastorales partían rumbo al río Manapire, exactamente a las cuatro y cuarto de la tarde. Antes, 93 personas recibieron el Santo Sacramento y la Confirmación en una humilde capilla en medio de las sabanas mercedenses , en misa impartida por Mariano Martí.
Tal vez, todo sucedió en el claroscuro silente de la mañana , y su voz sólo se acompañaba del canto perdido de un ave o de un armonioso bramido. Tal vez, el espíritu de este peregrino, guardián de las almas y hombre de gran solvencia moral y recio carácter sigue bendiciendo los campos de nuestro pueblo para que sean siempre feraces. Tal vez.
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