LAS MERCEDES DEL LLANO: MÁS DE UN SIGLO DE HISTORIA

LAS MERCEDES DEL LLANO: MÁS DE UN SIGLO DE HISTORIA
LIBRO DE EDGARDO MALASPINA.




LAS MERCEDES DEL LLANO Y SU HISTORIA

LAS MERCEDES DEL LLANO Y SU HISTORIA
2014

viernes, 26 de febrero de 2010

DON TOMÁS RODRIGUEZ


CRÓNICAS DE LAS MERCEDES DEL LLANO

Por: Edgardo Malaspina

DON TOMÁS RODRIGUEZ : LLANERO DE SOGA EN MANO

“Llanero que soga en mano sale a jugarse la vida, alza la pierna al caballo y se acomoda en la silla. Le pone la vista al llano y emocionado suspira”. Cada vez que escucho Llanero de soga en mano de Ángel Ávila me es inevitable comparar al héroe de este pasaje con Don Tomás Rodríguez : de a caballo , con elegante sombrero, siempre dispuesto para cualquier maniobra propia de un rodeo; con un canto tras la manada , o tumbando un toro en una faena de coleo en plena sabana.




Don Tomás llegó a Las Mercedes proveniente de Barbacoas, tierra de fundadores. En casi una centuria de vida vio pasar las penas y las alegrías del hombre que busca el lugar que le corresponde en el mundo al compás de los vaivenes del destino. Nació con el mismo siglo XX, en La Corona, cerca de Palma Sola, el propio día de San Tomás , 7 de marzo; por lo que a sus padres, Guillermo Rodríguez y Santiago Moreno les bastó consultar el calendario de los onomásticos a la hora de decidir el nombre del primogénito.






Es apenas un párvulo de doce años cuando se enfrenta a la desgracia de ver morir a sus progenitores. Queda con sus dos hermanos menores: Sebastián y Domingo. Junto a ellos vivirá por algún tiempo para cumplir con la promesa hecha a su madre de no abandonarlos. Pero no está solo porque su hada lo puso en el camino de don Rafael Carvallo, hombre rico y bondadoso, quien lo acoge en su casa para brindarle la protección propia de un hogar. Allí encontró el calor familiar y el ejemplo de gente buena, condiciones que permitieron desarrollar su inteligencia natural, acrisolar su espíritu y forjar su carácter recio para las empresas difíciles y los grandes retos venideros.




Con cuatro lustros de vida, muchos deseos por superarse y una fuerza de voluntad férrea, Tomás contempla la inmensidad del llano y decide recorrerla. Una madrugada fría parte en su caballo con capotera, bastimento suficiente y cobija gruesa. Lo acompaña Dámaso Ramirez, su fiel amigo. No los amilanan los soles candentes, las noches oscuras y lluviosas, ni el horizonte infinito intimidante de las sabanas apureñas.





Tras cruzar parajes claros o intrincados de árboles, caños y andurriales hacen una parada en El Punzón, fundación de los tiempos coloniales. La idea es trabajar unos días para continuar la travesía; pero Dios dispone que se quede por muchos años. El dueño del hato, Amador Hernández, les ofrece trabajo. Tomás cumple con las labores propias del campo entre mañanas de ordeño, pastoreos, doma de animales y reparación de cercas. La ocupación de peón es una escuela ardua que aprueba con dedicación y honradez. Esta pasantía le enseña la inapreciable lección de que puede llegar a ser también dueño de tierras en un futuro no muy lejano.






La esperanza y el amor son emociones y sentimientos cercanos, y pronto se casará con Prisca, sobrina de don Amador. Vendrán sus primeros hijos: Ulises, Mundo, Tomás y Celina.




Vendrá nuevamente la desgracia con la viudez. Pero ya su piel y su mente están curtidas y preparadas para capear los vendavales de la existencia. Tendrá otros retoños: Haidee, Irmis y Rafael; antes de contraer nuevas nupcias con Rosa Elfraile. De esta unión provienen más hijos: Guillermo, Manuel, Osman, Zobeida, Pervis, Beder, Auspicio, Marisol, Mílvida y Rosa. Toda su prole es gente de bien, culta y trabajadora.





Desde Hato Viejo, su fundo, don Tomás arreará el rebaño de ganado hasta Garcitas en tiempos de sequía para abrevar en el Guariquito y el Caujarito. Incansablemente hará este recorrido trashumante por seis décadas tomando parte activa en las jornadas de los rodeos. Un dato curioso nos habla de la vitalidad de don Tomás: el llanero del pasaje de Ángel Ávila asombra por su destreza con la soga a los setenta años; mientras que nuestro biografiado podía realizar lo mismo con el cabestro, y además hacer una coleada efectiva de un enorme y bravo toro…a los ochenta años.






Don Tomás en las tertulias recordará a sus tíos Calazán y Anselmo cuando practicaban el peligroso juego de las armas con machetes de tarama, una especie de espada antigua recta y filosa con empuñadura de plata. Hablará también del Manco Morillo, su tío abuelo por línea materna, quien exhibía con orgullo la pérdida de su mano como digno trofeo obtenido en plena batalla de Carabobo en el amanecer de la patria. Dirá que el ganado es factor principal en la hora fundacional de los pueblos, ya que en su búsqueda tras el agua encuentra los mejores predios para el desarrollo de la sociedad humana.





A los 94 años partió para las sabanas del cielo don Tomás Rodríguez, ilustre patriarca mercedense , filósofo autodidacto del llano.

3 comentarios:

valmore loaiza baduel dijo...

Saludos Dr.Malaspina.Tuve la dicha de conocer de cerca a Don Tomás y todos sus hijos.Siendo adolescente,iba con mis contemporáneos amigos Guillermo y Manuelito,y pasaba unas vacaciones en Hato Viejo.Fué un amigo a carta cabal,muy humilde y siempre nos orientaba.Recuerdo aquellos atardeceres en la laguna,donde nos reunía al entrar la noche.Muy acertada la comparación de Don Tomás,con la copla del dilecto amigo Angel Avila.Lo felicito sinceramente por mantener el espí
ritu de la memoria histórica de nuestro pueblo.Un abrazo. Que la Providencia divina tenga en su seno a Don Tomás y a Angel.Un cordial saludo a esa prole de gente amiga,que son sus descendientes.

Jose Gregorio Rodriguez Alagares dijo...

como no sentirme orgulloso de mi existencia...con tan eximio antecedente...gracias doctor por dejar este legado bibliografico para mis hijos.....bisnietos de Do Tomas

guilermo rodriguez dijo...

don tomas rodriguez hombre ejemplar pilar fundamental de la familia rodriguez y la persona a la cual mas he admirado en mi corta vida, padre de mi padre el señor guillermo rodriguez, se me erisa la piel cuando escucho su nombre don tomas rodriguez, me agrada que personas como el señor malaspina describan las vidas de personas como don tomas rodriguez llanero de soga en mano como mi abuelo pocos en este mundo dios te tenga en la gloria al lados de los tuyos