LAS MERCEDES DEL LLANO: MÁS DE UN SIGLO DE HISTORIA

LAS MERCEDES DEL LLANO: MÁS DE UN SIGLO DE HISTORIA
LIBRO DE EDGARDO MALASPINA.




LAS MERCEDES DEL LLANO Y SU HISTORIA

LAS MERCEDES DEL LLANO Y SU HISTORIA
2014

sábado, 1 de agosto de 2009

GARCITA
















CRÓNICAS DE LAS MERCEDES DEL LLANO

Por: Edgardo Malaspina

GARCITA

Al apreciado amigo Magdaleno Rivas, dedico

Con la llegada de las lluvias el Orinoco crece. Sus afluentes, el Caujarito, Guariquito y Aguaro, cubren las playas de los médanos por todos los lados, convirtiéndolos en verdaderas islas. Entonces las queseras no son más que horcones tímidamente asomando sus techos de palma, como barcos encallados; y los caseríos parecen archipiélagos de cúpulas. Las aguas sacan a los pobladores de las costas y riberas. Familias enteras llegan desde Garcita y otros médanos al de Gómez, para pasar la temporada.





















Pero el verano es otra cosa. En verano el ganado es trasladado a Garcita. Vienen de diferentes potreros. Varios dueños de hatos con sus hombres y animales se reúnen en la isla. Manuelito Rodríguez dibujó una estampa citada por Adolfo Rodríguez: “Entonces van trabajando la sabana. Hasta que se recolecta el ganado de la zona. Ahí efectúan un rodeo. Se distribuye el ganado de cada dueño. Los que tengan potrero van allí a encerrar, van a reducir madrina. Los que no, pastorean. Dejan ocho a diez hombres pastoreando el ganado porque no tienen donde encerrarlo”.

Simón Díaz inmortalizó las jornadas de invierno y verano en Garcita en una canción:

Me voy camino a Garcita
donde están los comederos,
donde la palma y el río
aumentan mi desespero.



Río crecido, río crecido,





rebaja tu tempestad
que los chinchorros de noche
se mueren de soledad.





Fruta ’e palma, fruta ’e palma,


acompáñame al andar
que contigo y mis sudores
es más bonito llegar.
Bebe, bebe, cabrestero,


bébete mi morichal
que muchos guaitacaminos
e faltan para llegar.

José Barreto, idealista y romántico, dedicó una bella canción a la isla, denominada Rumbo a Garcita:










Tomo las riendas de mi caballo, hacia el despunte de la mañana


y al pasitrote que va mi bayo, dejo una flor sobre tu ventana.


Por la sabana me voy cantando coplas de amores y de ilusión


y el casco fuerte se va mezclando, con los acordes de mi canción.





Guarda esta rosa mi niña hermosa que es un recuerdo de tu negrito


que va camino de Las Mercedes pa los rebozos del Caujarito.


Isla e Garcita donde es la cita, con los llaneros de tradición.


Y al caño caro entre sus espejos, llegan las notas de mi canción.





Guarda esta rosa mi niña hermosa que es recuerdo de tu negrito


que va camino de Las Mercedes, pa los rebozos del Caujarito.


Isla e Garcita donde la brega, rompe al tan solo puntear la aurora.


Toros mañosos, potros cereros, caballo gordo y la buena soga.





Isla e Garcita cielo y sabana, colcha y cobijas es la tradición.


Y al caño caro entre sus espejos llegan las notas de mi canción.


Isla e Garcita cielo y sabana, de costa Apure al Arrozillal.


Y el Orinoco se vuelve loco cuando te evoco con mi cantar.











Ángel Eduardo Acevedo, el afamado poeta nacido en Garcita, le dedicó su disco “De Garcita a la Culebra”.

Esta isla , de paisaje hermoso y vida agreste, es motivo constante de inspiración para los poetas.

(Nota: En mi libro Rumbo al Orinoco, uno de los galardonados en concurso literario Historias de Barrio Adentro del Ministerio de la Cultura y que pronto saldrá a la luz pública, uno de los personajes principales es Magdaleno Rivas)

2 comentarios:

Monserratt González dijo...

El escrito acerca de Garcita es muy concreto pero deja un buen sabor por el aporte literario. Ese es uno de los rincones inspiradores del Estado Guárico. Bendiciones

Unknown dijo...

Wow que hermoso. Bendiciones