PEDRO
SIVIRA : BALUARTE DE LA LITERATURA GUARIQUEÑA
Por: Edgardo Malaspina
Tras su muerte (20.10.2010) Pedro Sivira dejó
un legado escritural sólido que
nutre el arsenal literario guariqueño,
producto de su actividad a tiempo completo como escritor, periodista, poeta y
ensayista.
Nació en San Lorenzo , Estado Falcón
(29.10.1945), y desde muy pequeño se trasladó con su familia hasta Las Mercedes
del Llano, pueblo que atrajo con sus ofertas petroleras a muchos venezolanos de
todos los confines del país, y al que dedicó en gran parte su obra novelística. En efecto, sus dos
grandes novelas LOS FANTASMAS Y LOS RESIDENTES (1976) y LA W.C COMPANY (1993)
son inspiraciones y recuerdos de su infancia y adolescencia mercedenses. Pedro
es uno de los representantes más genuinos de la literatura venezolana
relacionada con la vida petrolera.
EL NOVELISTA
Arturo Uslar Pietri con su artículo
“La siembra del petróleo” vislumbró las
consecuencias nefastas, económicas y sociales, para el país del uso no adecuado
de las ganancias provenientes de la explotación del oro negro.
El petróleo no se sembró y
sobrevinieron las desigualdades sociales.Pedro Sivira vaticina esta especie de
orden del caos que estamos viviendo en su primera novela publicada en 1976, Los
Fantasmas y los residentes. El
tema de la obra es la fiebre del petróleo y presuponía para el escritor
guariqueño un gran reto: la cuestión habìa sido abordada por los colosos de
nuestra literatura: Rómulo Gallegos, Miguel Otero Silva y Ramón Díaz Sánchez.
No obstante, Pedro Sivira salió airoso porque su obra es superior en la forma
cruda, realista y fidedigna de manejar y llevar hasta el lector la verdadera
historia de la explotación petrolera. Al paso de las páginas se va formando la
imagen de un mosaico de las vivencias más sencillas, las alegrías y tristezas
de los hombres y mujeres que buscando mejoras y con alma de aventureros se
alistaron en la empresa de taladrarle la panza a la tierra y extraerle lo
chorros de felicidad. Por otro lado, y mas importante aún, está la “tragedia de
los espíritus”, como solía decir Pedro Emilio Coll. Me refiero a los personajes
de la novela: Petra, María, Manuel Pantoja, Thompson, Finnegan, don Antero,
etc., con todas sus diferentes biografías de grandezas y naderías que coinciden
en el escenario tormentoso de la fiebre del oro negro.
Capítulo
aparte merece la vida de Juan Valenzuela, personaje principal de la novela, en
la que particularmente veo el fracaso, la angustia y la desilusión de no haber
sembrado el petróleo. Valenzuela, de humilde pescador, sin recursos mínimos
para sustentar a su numerosa prole, pasa a ser el prototipo de la debacle moral
de nuestros días. De un pata en el suelo
llegó a ser supervisor de producción de la compañía petrolera y, al mismo
tiempo, se transformó de un puntual guardián de su amada familia en un arrogante
jefe hedonista, cuyo dios estaba representado sólo por el dinero.
“Juancho,
como era conocido por todos sus compañeros, había aparecido uno de los tantos
días de la semana con su mujercita Anicasia y sus cinco tripones del Oriente
del país”. “…se dedicaba a un conuquito de yucas y ocumo y a la pesca de alta
mar pero que el hambre era mucha”. “Con sus ropas que los medio vestían,
permanecieron en el claro cerca del molino…” Y, luego de la metamorfosis,
siendo supervisor y al recibir el sueldo: “Sin preocuparse de contar el dinero,
saco un billete de 50 bolívares y pensó que si uno de los hijos que tenía con
Anicasia no venía a buscarlo, a lo mejor se los mandaba con e Rey Dormido.
Palpó el bulto de billetes con los dedos y se supo con los 2.300 ó 2.500
bolívares libres de compromiso”
En
La W.C Company , con mucho más nitidez podemos notar
que Pedro Sivira intenta y logra lo que ya han conseguido los grandes de la
literatura: hacer de aquello parajes de la infancia, llenos de nostalgia
multidimensional y gullivérica el ensueño predilecto de sus relatos, es decir,
el pueblo que nos vio crecer es la razón de inspiración del escritor. Así como
García Márquez hace de su ciudad natal el mítido Macondo en Cien años de soledad, Pedro Sivira, con
la magia de la poesía transforma nada menos y nada más que a Las Mercedes del
Llano en eje central de sus novelas.
.
Muchas de los hechos narrados en ambas novelas
ocurrieron verdaderamente en Las Mercedes del Llano, además, es fácilmente
identificable la galería de personajes pueblerinos y populares que hasta hace
poco deambulaban por las calles mercedenses con sus
biografías a cuestas, impregnadas con los rasgos típicos, físicos y
psicológicos que les adjudica o identifica y resalta Pedro Sivira, haciéndoles
portadores de ese humor ligeramente triste, a la Chejov , y que a su vez hace
grande y subliminal la vida cotidiana de los pueblos.
Argenis Rodriguez alguna vez comentó
las novelas de Pedro Sivira y dijo que las mismas convertían a su autor en uno
de los escritores más sobresalientes de la literatura guariqueña.
EL POETA
Pedro debutó en el mundo de la
literatura con dos poemarios, ambos
publicados en 1975 :TENTATIVA y EXTRAÑAS
COINCIDENCIAS. En tiempos de bachillerato los leí e
hice comentarios elogiosos en círculo de
amigos y en una hoja con pretensiones de periódico elaborada en batea.
En los últimos tiempos Pedro decantó
su estilo e hizo una poesía muy hermosa, llena de imágenes profundamente
filosóficas. Sus poemas los publicó en
“ediciones particulares” , la variante venezolana de la rusa “samoizdat” .
En estos versos el poeta quiere
compartir sus reflexiones espirituales, por eso sencillamente escribe: “El
contenido de esta obra puede ser copiado, recitado, fusilado y citado a
conveniencia de quien se identifique con esta producción” .
De
El rayo luminoso que eres tú (La cara oculta del amor es la
guerra.2007) citamos el poema Milagrosamente:
¿Qué por qué te llamo Rayo luminoso?
porque fui primavera
supe de los calores del verano.
Mis huesos temblaron con la lluvia y
el frío
Conocí lo amargo del otoño.
…Y un buen día
acoplaste todas las edades en una
sola,
La del amor y la eternidad.
Porque sembraste una gran fuerza en
lo profundo
de mi corazón
que me transformó en infinito.
Me hiciste infinito que trasciende
tiempo y espacio.
Tibisay Vargas Roja dijo de este
poemario: “Un rayo es una fractura luminosa en el espacio, un instante que
acontece inesperado, breve, pero perdurable en la impresionable memoria de
quienes lo presenciamos…este (es el )
trabajo de Pedro Sivira…hombre acostumbrado
al quehacer con la palabra, siempre por el surco de una narrativa bien
plantada en el ámbito regional…”
El otro poemario Palabras
para olvidarme de la vida tiene apreciaciones del destacado bardo
Alberto Hernández: “ En Pedro Sivira se
encuentran las preocupaciones
acumuladas, un retardo del hombre ante su propia raíz… La poesía de Sivira es
un intento, a dejar de estar cansado. Es el mismo cansancio muy buscando su
única alternativa: romper con la seca tendencia del desgano, mutilar el sueño y
la ilusión. Es una empresa asaz, peligrosa, es másd, nos puede agotar el
reposo. Pero vale la pena”.
El último poema de esta obra es muy
elocuente hasta en su nombre: Tengo que descontar mis pasos:
Tengo que desenterrar mis huellas y
seleccionar con cuidado de cristal
purificadas gotas
almacenadas por descuidos
invernales.
Aunque tema.
Aunque tiemble.
Aunque todos los pasos del rencor me
señalen
y se sumen paralelos a mi desgracia
o, a mi dicha.
...si .Tengo que descontar mis
pasos.
HOMBRE DE LETRAS
Pedro Sivira era un escritor en el
sentido más completo y sublime del oficio, es decir, en correspondencia con el
paradigma según el cual el escritor no es el que escribe, sino el que no puede
vivir sin escribir.
Fue uno de los precursores del
periodismo cultural en Guárico conjuntamente con Lalo González.. Esta labor la
desempeñó en El Nacionalista (El Nacionalista y la Cultura, Culturales de El Nacionalista) y en La Antena
(Papeles del Llano). Publicó revistas como Centauro y Kandil.
. (Guillermo Morón, Edgardo
Malaspina y Pedro Sivira. En la casa del
gran historiador. Caracas.1996)
Pedro también cultivo el ensayo
histórico (El paso de la historia, Alberto Carnevalli, Jesús Bandres) y desde
la perspectiva semiológica hizo importantes aportes en el análisis de los
discursos de personalidades de la vida pública nacional. Montones de libros lo
rodeaban en su mesa de trabajo, bajó un árbol en el patio de su casa. Porque
para establecer una comparación o un paralelo histórico, uno solo, tenía que
leerse todo un libro.
UN BOHEMIO
.
Pedro fue un bohemio que hizo lo que
quiso: leer y escribir. Su mundo fue el ocio creativo, su biblioteca y el culto
a Baco. La pluma calificada de Alí Almeida escribió en Sivirianas:
Pasa la bohemia
y de pronto gira
para gritar:
Sivira…!
El arrendajo
que no lee,
pero que mira,
en el Florilegio
del paisaje
halla un verso
de Sivira
Roca, espiga, pan,
vino, mujer,lira,
flotan en los sueños
de Sivira.
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