SOBRE LOS POEMAS Y CANCIONES DE ALBERTO DÍAZ
Por: Edgardo Malaspina
Alberto Díaz (Las Mercedes del Llano, 1952) es uno de los cantautores que más ha luchado por resaltar las manifestaciones culturales comunes entre Venezuela y Colombia. Específicamente nos referimos a la música como máxima expresión folklórica del llano, espacio compartido por nuestros dos países.
Alberto escribe poesía, parte de la cual ha musicalizado. Algunos han tratado de establecer diferencias entre poema y canción; pero para mí no existen tales, porque toda la poesía puede ser cantada.
A pesar de que Platón la excluyó de su República, y Bacon la consideró el arte de los derrotados, la poesía es fundamental en la vida espiritual del hombre. Un poema dura más que una estatua de bronce, dijo Horacio. Y es verdad: sabemos de muchas estatuas que han rodado y de muchos poemarios quemados; pero las primeras son derretidas y transformadas en cualquier cosa, mientras que los segundos son conservados por una memoria individual o colectiva , y nuevamente editados, recitados por la gente y hasta cantados por los juglares.
Precisamente, la poesía de Alberto recoge parte de subconsciente colectivo plasmado en la palabra decantada, y refleja sus vivencias mercedenses , guariqueñas, y en general , llaneras ;pero también las voces internas que cantan al amor , la amistad y a cualquier expresión sublime de la belleza.
En décimas Alberto expresa su cariño por los parajes locales: Mi verso cabalga altivo/ no lleva rienda ni freno/ Mi verso baja sereno/ llevando en el corazón /la musa, la inspiración/ de lindos atardeceres/ de frescos amaneceres/ cuando el rocío mañanero/ marcaba mi derrotero/ de San Juan a Las Mercedes.
En una estrofa esboza una metáfora en la que conjuga magistralmente la dialéctica de los contrarios, sin cuya unidad y lucha tendiente a la exclusión pero sin llegar a ella nunca, es inconcebible la interrelación humana: El amor y el odio/ que cerca están no de otro/no sé si a ustedes les sucede/ pero a veces siento que amo tanto/ que siento odio del amor que siento/.
El bardo mercedense con estos poemas convertidos en libro está consciente de la fugacidad del tiempo, de su propio tiempo, como lo expresó Antonio Machado para explicar la pretensión válida de una obra de tratar de trascender los momentos psíquicos cuando es producida.
Por: Edgardo Malaspina
Alberto Díaz (Las Mercedes del Llano, 1952) es uno de los cantautores que más ha luchado por resaltar las manifestaciones culturales comunes entre Venezuela y Colombia. Específicamente nos referimos a la música como máxima expresión folklórica del llano, espacio compartido por nuestros dos países.
Alberto escribe poesía, parte de la cual ha musicalizado. Algunos han tratado de establecer diferencias entre poema y canción; pero para mí no existen tales, porque toda la poesía puede ser cantada.
A pesar de que Platón la excluyó de su República, y Bacon la consideró el arte de los derrotados, la poesía es fundamental en la vida espiritual del hombre. Un poema dura más que una estatua de bronce, dijo Horacio. Y es verdad: sabemos de muchas estatuas que han rodado y de muchos poemarios quemados; pero las primeras son derretidas y transformadas en cualquier cosa, mientras que los segundos son conservados por una memoria individual o colectiva , y nuevamente editados, recitados por la gente y hasta cantados por los juglares.
Precisamente, la poesía de Alberto recoge parte de subconsciente colectivo plasmado en la palabra decantada, y refleja sus vivencias mercedenses , guariqueñas, y en general , llaneras ;pero también las voces internas que cantan al amor , la amistad y a cualquier expresión sublime de la belleza.
En décimas Alberto expresa su cariño por los parajes locales: Mi verso cabalga altivo/ no lleva rienda ni freno/ Mi verso baja sereno/ llevando en el corazón /la musa, la inspiración/ de lindos atardeceres/ de frescos amaneceres/ cuando el rocío mañanero/ marcaba mi derrotero/ de San Juan a Las Mercedes.
En una estrofa esboza una metáfora en la que conjuga magistralmente la dialéctica de los contrarios, sin cuya unidad y lucha tendiente a la exclusión pero sin llegar a ella nunca, es inconcebible la interrelación humana: El amor y el odio/ que cerca están no de otro/no sé si a ustedes les sucede/ pero a veces siento que amo tanto/ que siento odio del amor que siento/.
El bardo mercedense con estos poemas convertidos en libro está consciente de la fugacidad del tiempo, de su propio tiempo, como lo expresó Antonio Machado para explicar la pretensión válida de una obra de tratar de trascender los momentos psíquicos cuando es producida.
1 comentario:
Hola buen dia estuve viendo su blog y queria saber ya que ha estudiado la historia de este pueblo si me puede ayudar con una familia cuyos apellidos eran Celis Santaella. Mi abuela que los actuales momento esta viva dice ser de esa familia y que ella era de las mercedes, ella se vino de 12 años a caracas y perdio todo contacto si me puede ayudar se lo agradeceria mucho
Awinda velazco
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