LAS MERCEDES DEL LLANO Y
SU HISTORIA.
VICENTE CISNEROS: EL
SOLDADOR DEL PUEBLO.
Edgardo Rafael Malaspina
Guerra.
1
Forjó
el hierro con arte y maestría en ventanales del pueblo que aún exhiben su
belleza, en corrales de innumerables fincas, y en la manga de coleo Francisco J
Carballo, antaño catalogada como una de las mejores del país.
Su trabajo se cotizaba altamente: no era un simple
soldador, era un mago que modelaba el metal con filigrana. Por eso, sus piezas
que aún se conservan en edificaciones ruinosas tienen la pátina de una obra de
arte.
2
A
Vicente Cisneros (28.10.1910), en Las Mercedes, pocos lo llamaban por su nombre
propio. Cariñosamente, todos le decían simplemente El cubano. Era mayaricero, es
decir del pueblo Mayarí, uno de los 169 municipios de Cuba, fundado en honor a
San Gregorio, por allá en 1757, y el cual es caracterizado en cualquier tratado
de geografía como un territorio de contrastes y bellezas naturales; hermosos
valles, altos cerros; elevadas temperaturas en el llano y muy frescas en las
montañas; playas de fina arena y aguas azules, muchas casi vírgenes; extensos
humedales; grandes parques naturales; siembras de tabaco, palmeras;y minas de
hierro.
3
El ambiente siderúrgico en una región rodeada
de playas influye sobre Vicente Cisneros de la manera más directa y ostensible
a la hora de definir su destino vocacional: se convertirá en soldador
submarino. Con esa profesión llegó a Puerto La Cruz en 1947 e ingresa en el
servicio de las petroleras.
4
En Las Mercedes de los años cincuenta, en
pleno auge petrolero, por la calle Ribas, Doña Ramona de González tenía una
pensión. Allí se instaló Vicente, mientras laboraba en Roblecito. Al año
siguiente su familia lo acompaña. Casas de Saturnino Dale y Enrique Hernández
le sirven de aposentos. Es padre bondadoso, trabajador incansable que prospera
en su propio taller, y hacedor de amigos. En los ratos de ocio se dedica a los
gallos de lidia, como buen cubano. Ejemplares suyos como El Buitre y El
Guayacán probaron suerte y espuelas en la famosa barrera del Matapalo.
5
El
2 de junio de 1994 se marchó para siempre, quien una vez cruzó la mar para
construir en Las Mercedes sus sueños, su morada, su hogar y su familia. Forjó
su camino con voluntad firme y manos fuertes, como también forjó el metal.