HUMBOLDT
EN LAS MERCEDES
Dedicado
a Don Edgardo Malaspina, su cronista.
Nada
extraño que en Las Mercedes del Llano hubiera una tradición referida a presunto
paso de Humboldt por la zona cuando recorría tierras del actual Estado Guárico.
No hizo tal trayectoria. Pero hubo en los cincuenta una escuela con el nombre
de un venezolano a quien el sabio le concede fama universal: Don Carlos del
Pozo y Sucre, que hacía en Calabozo experimentos de física y electricidad.
Estudié allí. La asociación con el pueblo no podía ser más notoria. La
comentaron quizá compañeros acuciosos como mi hermano Alirio, Mayorguita o Eddy
Ramírez; maestros preparados que les gustaba enseñar, como Anita Tovar, Víctor
Vera Morales, Carmen Navarro, Corere Chacín, etc. O los hermanos Ledezma
(Celestino y Rómulo) que de todo sabían. Un rumor fascinante, que nos puso a
imaginar al explorador lejano merodeando por los farallones, una falla
geográfica que nos atraía al sur del poblado. La suposición derivada,
parcialmente quizá, de la obra “Viaje a las Regiones Equinocciales del Nuevo
Mundo”, donde el viajero menciona el hato Nuestra Señora de Belén de Mata
Linda. Uno de los cinco fundos con más reses entonces. No anduvo por allí y el
dato pudo dárselo el dueño Tomás Paz del Castillo, Juez de Llano ese 1800 en
que el alemán se enrumbaba desde el norte, por Calabozo y Apure, hacia el
Orinoco.
Adolfo
Rodríguez
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