LAS MERCEDES DEL LLANO: MÁS DE UN SIGLO DE HISTORIA

LAS MERCEDES DEL LLANO: MÁS DE UN SIGLO DE HISTORIA
LIBRO DE EDGARDO MALASPINA.




LAS MERCEDES DEL LLANO Y SU HISTORIA

LAS MERCEDES DEL LLANO Y SU HISTORIA
2014

miércoles, 19 de marzo de 2025

CASAS Y COSAS DE LAS MERCEDES DEL LLANO

 

 

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EL BAR EUROPA

Texto: Edgardo Rafael Malaspina Guerra.

Fotografía: Edmundo de Jesús Malaspina Guerra.

 


1

En su libro autobiográfico “Vivir para contarla” (2002), Gabriel García Márquez dice que “La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla.”

De nuestra infancia y primera juventud quedan vagos recuerdos, los cuales adquieren más importancia en la medida en que se alejan en el tiempo. De allí surgió aquello de que recordar es vivir.

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Todo pasa y todo queda, dice el poeta Machado. En efecto, aquellos momentos muy felices pasaron, y ahora solo quedan vestigios de los aposentos que acogieron esas vivencias infinitamente gratas, cuando la muerte no existía.

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Una casa vieja y  abandonada nos recuerda que todo es transitorio. Lo único permanente es, paradójicamente, la impermanencia de las cosas.

Las edificaciones de nuestros primeros tiempos se convertirán en ruinas, caerán o las derribarán para dar sitio a las nuevas construcciones que los aires de la modernidad imponen.

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La contemplación de un viejo domicilio nos conmueve, nos entristece, al mismo tiempo que nos hace filosofar sobre la precariedad de la existencia. Ayer, disfrutábamos y compartíamos con los amigos en el Bar Europa, de don  Giovanni D' Lorenzo; hoy observamos su fachada, de varios pisos, descolorida y sometida a los rigores de la intemperie.

Sus puertas, que una vez cruzamos para sentarnos en uno de sus ambientes, ahora están cerradas. Pero  se abren generosamente  en la imaginación  para dar paso al recuerdo...

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Los viernes nos reuníamos los amigos para hacer el presupuesto de la faena nocturna. Cada uno ponía sus exiguos ahorros juveniles. Luego de contado el dinero, contábamos las cervezas que cada uno consumiría, las monedas para la rocola, y por último, pero no menos importante, apartábamos la plata para el pasapalo que invariablemente consistía en una bandeja  ovalada, repleta de papas fritas crujientes y trozos de carne en abundancia. Esa delicatessen  era lo más caro del convite: costaba seis bolívares.

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Nuestro sitio preferido era la segunda sala, alejada del bullicio de la calle y de los ojos curiosos e impertinentes de los transeúntes. La música que colocábamos en la rocola era variada: Canción de la prisión, Simpatía por el Diablo,  Santana y su producción del momento “Europa”, pero también marcábamos Mi  Mulata de Juan del Campo, y pasajes de Ángel Ávila y Mario Parra. La velada terminaba con una canción que hablaba del amor, la vejez y la muerte. No recuerdo el nombre, pero sí algunas frases. Al final, una estrofa decía que era preferible morir pobre, porque si dejabas dinero, no sería un duelo sino una celebración. Era una especie de himno festivo, porque la música era alegre, a pesar de la letra circunspecta.

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En una ocasión estaba sentado en la mesa de al lado, el señor Pansa, el eterno técnico de los televisores en blanco y negro, llenos de tubos electrónicos. Don Pansa dijo algo que no llegó a nuestros oídos, pero sí lo que respondió  su contertulio, perplejamente, colmado de admiración:

—¡Caramba, eso es muy profundo! ¡Usted es un verdadero filósofo!

Esa expresión demuestra que Sócrates puede encontrarse, no solo en una esquina del Partenón, sino también en cualquier bar de provincia.

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Con nuestro hermano Carlos  fuimos varias veces, sobre todo los sábados al mediodía, para estar presentes en los ensayos de Salvador González, en el cenit de su carrera artística, que terminaban con El Magistral echando cuentos. Salvador tenía la peculiaridad de iniciar su narración con voz casi imperceptible, para luego alzarla hasta decibles estentóreos que causaban  risas, estrechones de manos y choques de botellas de cervezas.

 


martes, 18 de marzo de 2025

BATALLA DE BUTAQUE

 

LAS MERCEDES DEL LLANO Y SU HISTORIA.


EL DESTACAMENTO DE HÚSARES FERNANDO VII ATACA POR SANTA RITA. LA BATALLA DE BUTAQUE. (1816)

Edgardo Rafael Malaspina Guerras


Desde la Comandancia General de Los Llanos, los realistas Manuel García de Luna y el Capitán Interino de Venezuela , Don Salvador de Moxo informan el 21 de marzo de 1816 sobre la Batalla de Butaque escenificada a tres leguas de Santa Rita. La noticia sale publicada el 3 de abril de 1816. Los patriotas estaban en La Punta y ocupaban el sitio de la Peña, cortándoles el paso a los realistas hacia Cabruta. Los  realistas eran dueños de Santa Rita, pero los patriotas merodeaban el sitio y se habían apoderado de un gran número de caballos. El teniente Eugenio Pallot al mando de los Húsares de Fernando VII se dirigió al bando de los patriotas . A las 5 de la mañana del 21 de marzo, el capitán de la Infantería realista , Tomás Gracia, divisó en una altura a unos hombres. Había candela ,caballos y se escuchaban voces. Eran los patriotas que habían sido sorprendidos. Los Húsares los atacaron y degollaron a muchos. Los realistas escriben:  “Las continuas aclamaciones de nuestros soldados , el ruido de nuestra fusilería que disparaba al montón desordenado, los lamentos de los heridos y moribundos, el sordo ruido de las cuchilladas, la oscuridad de la noche; todo, todo presentaba un cuadro espantoso y pocas veces visto”. Al amanecer yacían sobre el campo de batalla 300 cadáveres de patriotas y los realistas tomaron 2000 caballos con sus monturas y armas. Zaraza escapó con 700 hombres. Los realistas persiguieron a los patriotas hasta en los montes y morichales y a la una de la tarde agarraron a 200 hombres e inmediatamente les dieron muerte.  “Era probable que en aquella confusión se hubiesen refugiado muchos en los montes y morichales cercanos , dice Luna.  No lo dudé , y en su consecuencia reunida nuestra caballería di orden al valiente García que 40 tiradores de la Unión y de Castilla penetrase en esos sitios, los persiguiese y atacase hasta hacerlos salir de aquellas madrigueras . Jamás un pensamiento se realizó tan perfectamente. Muy pronto más de 200 hombres llenos de espanto salieron de aquellas guaridas a la sabana , en donde dejaron de existir por nuestra caballería… ya no vivían las dos terceras partes de aquellos malvados”. Había culminado la Batalla de Butaque con saldo trágico para los patriotas quienes perdieron hasta la bandera. Zaraza incluso dejó su sombrero en la huida . Los realistas dijeron que sólo perdieron 7 hombres y tuvieron 17 heridos.

Los españoles se vanagloriaban de su victoria. Se autollamaban héroes y decían que los patriotas eran unos bandoleros a quienes derrotaron sable en mano. Se jactaban de que Butaque había sido convertido en una  “horrenda carnicería”. De Tomás García decían los mejores elogios porque atacó certeramente  “contribuyendo con su tino y serenidad a este glorioso suceso”.

lunes, 17 de marzo de 2025

EL GATO NEGRO

 

BODEGA EL GATO NEGRO

Edgardo Rafael Malaspina Guerra

 


 

1

Mundito, cronista fotográfico de Las Mercedes del Llano, me ha enviado unas imágenes, donde aparece la bodega “El gato negro”. Esa foto me ha traído muchos recuerdos. Ha pasado más de medio siglo, sin embargo, la fachada de la estructura se conserva heroicamente, tal cual la vieron nuestros ojos infantiles: pequeña, con dos puertas de madera y techo de cinc en dos aguas. Un tubo corto de hierro la flanquea diagonalmente, porque las esquinas y los cruces de calles son sitios preferidos de los azares de las embestidas automovilísticas.

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Desapareció la pintura frontal con un enorme gato negro, símbolo de supersticiones ancestrales, y talismán invocado por el amo, don Juan Ramón, para la prosperidad de su negocio, seguramente.

Desapareció también un poste alto metálico, de cuyo extremo superior colgaba una publicidad de cafenol, tabletas a las que recurría nuestra madre cuando su dolor de cabeza crónico se hacía insoportable.

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Cerca de nuestra casa había varias bodegas. La más cercana era El gato negro. Allí se vendía de todo un poco: granos, azúcar, mortadela muy gruesa con grandes círculos de grasa, pan francés  y también relleno (pan de pavo), caramelos que guardaban unos frascos bocones, enlatados como sardinas y hasta leña y kerosene. El kerosene era el combustible mágico: servía para la cocina de mecha y también para la nevera de los refrescos.

Carlos le dedicó una estrofa a este establecimiento:

El tiempo pasó pero dejó sus huellas

y fija la mirada en una esquina

bodega el “Gato Negro”; por ejemplo

para poder comprar medio de queso

el despacho lo hacía don Juan Sivira

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Siempre hacía los mandados (así se llamaban las compras que realizábamos los niños “por mandato” de nuestras madres) en el Gato negro, por la lógica que imponía la cercanía. Pero un día, el señor Machuca, cuya bodega se ubicaba una cuadra más arriba a la de Juan Ramón,  diseñó un modelo para captar más compradores, sobre todo en el segmento conformado por niños. Se trataba de “las graneras”. Por cada compra que hacíamos, nos  depositaban un grano de maíz o caraota en un envase de compota, etiquetado con nuestro nombre. Cada grano era un centavo. Con el tiempo se sacaba la granera y recibíamos nuestros ahorros por ser fieles compradores de esa bodega. Entonces, nuestras manos se llenaban de chucherías.

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Desde que aparecieron las graneras en el negocio del señor Machuca, más nunca fui al Gato negro, al cual le pasaba por un lado, pero desde la acera de enfrente, para que no me viera don Juan Ramón. ¡Ingenuidad de mi cerebro infantil!

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Un día se presentó don Juan Ramón, a nuestra casa y le dijo a mi padre: Alfonso, Lalito no me compra nada a mí que tengo la bodega cerquita, prefiere ir a otras bodegas que están más lejos.

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Tomé una decisión salomónica: una vez iría a lo de Juan Ramón, y otra vez, a lo de Machuca. Así calmaría los ánimos de los adultos , y conservaría mis incipientes  transacciones mercantiles ...

(Fotografía: Edmundo Malaspina)

 

 

 

 

 

 

 

 

sábado, 8 de marzo de 2025

CARNAVALES EN LAS MERCEDES DEL LLANO

 

LAS MERCEDES DEL LLANO Y SU HISTORIA.

CARNAVALES EN LAS MERCEDES DEL LLANO.

Edgardo Rafael Malaspina Guerra




1

Los carnavales en Las Mercedes se celebraban con agua y sustancias nocivas para la salud que estaban prohibidas por las autoridades,  y precisamente por esa prohibición  se   celebraban con bastante agua y muchas sustancias nocivas para la salud. Los anuncios prohibitivos se hacían con pancartas y con perifoneo desde una patrulla policial.

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En los barrios se organizaban verdaderas pandillas armadas con polvos, cremas y baldes llenos de agua con colorantes, frutas y huevos podridos.  De lejos se divisaban las bandas provenientes de los diferentes barrios. Eran famosas las patotas  de La peñita, La Rochela. Cinco de julio y La Quinta.

También circulaban camionetas con trullas lanzando agua a diestra y siniestra, mientras los transeúntes empapados respondían con improperios, madres de por medio.

3

El campo de batalla se conformaba en la medida que esos ejércitos de enmascarados se acercaban unos a otros. El encontronazo se iniciaba con ánimos de alegre celebración, pero terminaba en verdadera trifulca generadora de heridos y nuevas enemistades. En una ocasión le lanzaron un balde agua fría a una señora que caminaba tranquilamente por una acera y su muerte fue instantánea. Los rumores se corrieron: murió porque acababa de planchar y su cuerpo no soportó los cambios bruscos de temperatura. El médico dijo que el deceso se produjo por inhibición vagal, algo que los rusos definen como la conversión de una nimiedad en una enormidad: una mosca transformada en un elefante. Si sabes que te bañarán con agua fría, no pasa nada porque tu cerebro está preparado. Pero si te bañan con agua fría repentinamente, el corazón puede paralizarse. Las sorpresas nunca son buenas.

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A un anciano, pastor de cabras, le lanzaron una bomba de agua, previamente colocada en un refrigerador. Llegó a la consulta del médico manifestando cierto malestar facial y oftálmico. Le diagnosticaron parálisis de Bell, un eufemismo para decir “cara torcida”. Más tarde aparecieron  en su rostro unas vesículas que llegaban hasta una de las orejas (decía  escuchar mal). El doctor habló de Síndrome de Ransay Hunt, o herpes zóster, y para que le entendieran mejor dijo que era una culebrilla facial. El galeno le hizo una receta, y el viejo pasó por la farmacia y también por la buhardilla de un brujo, experto en ensalmos con yerba mora.

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Las cosas cambiaron con el tiempo. Una vez vi a unos amigos celebrando el carnaval en círculo cerrado. Eran siete y cada uno compraba una botella de whisky cada vez que se agotaba el licor. Contaban  historias de la infancia, compartían  bocadillos y jugaban con agua entre ellos, por prudencia. No se sabe cómo reacciona un desconocido. Luego fueron a un bar “familiar” con música estridente, ríos de agua en los pisos y bailes de arrabal.

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Esta manera desmesurada de celebrar los carnavales era una tradición en todo el país. Eso se desprende de un cuento de Rómulo Gallegos de 1919, llamado “El crepúsculo del diablo”, donde se habla de riñas con palos y piedras entre las cuadrillas del diablo y un payaso. La camorra terminó con la derrota del diablo que perdió hasta los cachos de chivo que adornaban su cabeza. Esto sucedió  en Caracas. Y como sabemos, la provincia sigue el ejemplo que Caracas dio.

 

 

 

 

miércoles, 5 de marzo de 2025

DATOS GENERALES

 

LAS MERCEDES DEL LLANO Y SU HISTORIA.





DATOS GENERALES DEL MUNICIPIO AUTÓNOMO LAS MERCEDES DEL LLANO (ESTADO GUÁRICO)

Edgardo Rafael Malaspina Guerra.

CAPITAL: Las Mercedes del Llano.

CONFORMACIÓN: Tres Parroquias conforman el Municipio: Las Mercedes,  Puerto Cabruta y Santa Rita de Manapire.

En 1938 Las Mercedes fue ascendida a Municipio del Distrito Infante y en 1989 a Municipio Autónomo.

  El primer poblado del Guárico fue Cabruta. En 1532 lo visitó el conquistador Diego de Ordás. Juan de Castellano lo menciona en sus Elegías. En 1734 fue bautizado como San Ignacio de Cabruta por el Jesuita Bernardo Rotella. El obispo Martí visitó Cabruta en 1765 y Humboldt en 1800.

  Santa Rita de Manapire fue creada como parroquia por Monseñor Mariano Martí el 5 de septiembre de 1782.

 

BODEGA EL GATO NEGRO. FOTOGRAFÍAS DE EDMUNDO MALASPINA.

 









martes, 4 de marzo de 2025

COMUNICADO DE SAYCO, SOCIEDAD DE AUTORES Y COMPOSITORES DE COLOMBIA.

 

 


SAYCO La Sociedad de Autores y Compositores de Colombia, con profundo pesar registra una nueva perdida para nuestra sociedad, el fallecimiento en días pasados del folclorista, cantante, compositor y conductor radial, MAESTRO ALBERTO DÍAZ, más conocido como “El Llanero Feliz"; doloroso desenlace tras luchar contra una difícil enfermedad.

 

El inmenso legado que deja el Maestro ALBERTO DÍAZ, Venezolano de nacimiento, pero colombiano de corazón al pentagrama nacional, abarca mucho más allá de sus composiciones musicales que suman 10 exitosas producciones; al que se unen también su dedicación a la enseñanza, donde a través de la academia tanto en Colombia como en Venezuela, sembró una fructífera semilla en la vida de sus alumnos, con la que busco resaltar y mantener viva la rica herencia cultural llanera.

 

La contribución del Maestro Díaz en la difusión de la música llanera se desarrolló exitosamente en la realización de su programa radial “Las dos Llanuras. Un solo folclor”, que co-condujo junto a su esposa Gladys Franco, espacio que no solo promovía la música llanera, sino que también buscaba crear un puente entre las culturas de Venezuela y Colombia. Este programa se convirtió en un pilar de la divulgación folclórica, donde se compartían anécdotas, historias y, sobre todo, la música que unía a ambos pueblos.

Sin duda, la Partida del Maestro ALBERTO DÍAZ deja un inmenso vacío y pesar en la comunidad artística y académica de Venezuela y Colombia, al ser uno de los referentes culturales más importantes del folclore llanero.

 

SAYCO envía un sentido mensaje de apoyo a su esposa, Gladys Franco, familia, alumnos, amigos y seguidores, por tan lamentable perdida para el pentagrama nacional.

Paz en su Tumba