MURIÓ
JOSÉ CASTILLO, UN GRAN PELOTERO MERCEDENSE
(Aquí
un reportaje de Yelimar Requena)
PERFILES
LVBP
JOSÉ
CASTILLO: UNA HISTORIA CON AROMA A MIL HITS
27/11/2017
José Castillo Fotos: AVS PHOTO REPORT
Yelimar
Requena | Prensa LVBP
.-
Entre broma y broma la verdad se asoma. De joven la escuela no era su fuerte y
uno que otro año sus notas fueron un dolor de cabeza. Muchos rieron al decir
que su talento nada tenía que ver con libros y el tiempo se encargó de darles
la razón, pero no de la forma que esperaban. Ciertamente, no resulto un gran
estudiante, ni un lector empedernido, pero su vida y sus hazañas son dignas de
plasmarse en cualquier libro.
Y
¿quién no va a querer leer la historia del “Hacha” José Castillo?
Por
lo general, en los buenos relatos hay una madre con un presentimiento que se
convierte en realidad. Este no es la excepción. La señora Caridad Rondón sabía
que, de sus cuatro hijos varones, José tenía grandes cualidades pese a no ser
el mejor de la clase. Y fue ahí, cuando los pequeños campos de Mamporal, en el
estado Barinas, vieron formarse a quién ha resultado uno de los mejores
bateadores en la historia reciente de la Liga Venezolana de Beisbol
Profesional.
Y
aunque sea difícil de creer, al tratarse del hombre que persigue ser apenas el
octavo jugador en los anales de la pelota local con mil o más incogibles, los
comienzos no fueron fáciles. Las conexiones no salían y a causa de ello lo
mandaron al jardín derecho, donde dicen que comienzan los que no son tan buenos.
José lo sabía, pero fue más inteligente que eso, se ocupó de su defensa y fue
paciente con su bate. En un abrir y cerrar de ojos tenía un guante que valía
oro y un bate aún más valioso.
“Yo
empecé a practicar a los seis años y era malo. Jugaba casi que solo los
domingos y en el noveno inning (risas) pero con el apoyo de mis padres fui
persistente, y aquí estoy cerca de los mil hits, y voy a llegar. Estoy seguro, me voy a meter en ese selecto grupo”.
Desde
sus comienzos con los Leones del Caracas en la temporada 1999-2000 ha sido un
temido bateador, en sus 11 campañas con los capitalinos fue baluarte de la
novena y se hizo famoso con cada turno al bate su popular apodo de El Hacha. La
salida de ese equipo fue un episodio que sorprendió a todos los amantes del
beisbol, pero aquello lejos de desanimarlo pareció fortalecerlo. Bravos,
Caribes y Tiburones pueden dar fe de eso.
“Salir
de los Leones, después de haberles entregado tanto. Fue algo que me movió el
piso, pero tenía dos opciones sentarme a lamentarme o salir y darle a la pelota
hasta el cansancio. Hice lo segundo y ahí están los números”.
Hasta
hoy, 18 años después de su debut, El Hacha cuenta 970 hits, 520 impulsadas, dos
anillos de campeón y un título de bateo en la LVBP, además de una productiva
pasantía de un lustro por las Mayores, que le dan a su biografía aires de
leyenda. Seis de los siete jugadores con mil incogibles están exaltados en el
Salón de la Fama.
Al
dar un vistazo hacia atrás, Dios y su familia han sido sus grandes cómplices.
Un matrimonio de 18 años con Dubraska Salas y dos hijos de 14 y tres años, son
sus mejores trofeos.
“Mi
familia lo es todo. Es difícil ser
pelotero, es difícil estar lejos de casa, sabiendo que hay tanta maldad en la
calle, pero cuando tienes una compañera de vida como mi esposa todo es mucho
más sencillo”.
¿Qué hace cuando no está jugando béisbol?
Dormir.
Cuando hay beisbol tienes un solo día para
alejarte del terreno y puedo jurar que ese día tiene menos horas que el
resto. Por lo tanto hay que aprovecharlo bien y descansar. Dejando de pensar en
el juego es la mejor manera de hacerlo.
¿Quién
fue el héroe de su niñez?
Oswaldo
Guillén, su manera de enfrentar el juego siempre me gustó y ahora tengo el
honor de decir que es mi manager, ¿Qué vueltas da el béisbol no? (risas).
¿Qué
personas han sido las más influyentes en su vida?
Mi
madre y mi esposa. Esas mujeres son las que me mantienen derechito.
¿Cuál
es el mejor consejo que le han dado?
Sigue
luchando. Siempre, sigue luchando.
¿Por
cuál jugador, del pasado o del presente, pagaría una entrada para verlo jugar?
Omar
Vizquel, el próximo venezolano en el Hall de la Fama. Es lo menos que merece su
coraje y compromiso con el béisbol, si lo sabré yo que jugué con él. Pagó 100 a
èl.
¿Cuál ha sido el mejor momento de su vida?
El
nacimiento de mis hijos Lewis y Siwel.
¿Quién es el pelotero del que más ha
aprendido?
Álvaro
Espinoza me enseñó todo lo que sé.
¿Cuál es el principal atributo que debe tener
un jugador de beisbol?
Disciplina
y constancia. Cuando estás en el plato y las cosas no salen como esperas no te
puedes conformar, debes insistir en ser el mejor. Siempre, sigue luchando.
Si pudiera cambiar algo del beisbol, ¿Qué
sería?
A
los árbitros que tienen la zona de strike más grande que el estadio.
¿Quién es el pelotero (pitcher) más difícil al
que ha enfrentado?
Randy
Johnson. Creo que con ese nombre no tengo que explicar por qué (risas).
¿Cuál
ha sido el momento más embarazoso de su carrera?
En
Grandes Ligas. Una vez que llegue de último al estadio y cuando quise entrar
disimuladamente pues todos estaban ahí pendientes.
¿Cuál es la clave del éxito?
Consistencia.
Trabaja para ser consistente y serás un bateador de época en lugar de un
bateador por temporada.
¿De quién está orgulloso?
De
mis padres.
¿Cuál es la cualidad que más admira en una
persona?
La
humildad.
Cuando
da la espalda, ¿Qué dicen de usted?
No
me importa, la gente siempre va a hablar, si te detienes a prestarle atención
algo anda mal contigo.
De no ser pelotero, ¿A qué se dedicaría?
Probablemente
a policía y ya habría unos cuantos mala conducta con las esposas puestas.
¿Cuál
es su estadio favorito?
El
de la UCV.
¿Alguna
ciudad que prefiera cuando está de gira?
Barquisimeto.
Me gusta el clima.
¿Tiene
algún un sueño por conquistar aún?
He
logrado todo lo que me he propuesto y más.
¿Ha
pensado en su vida cuando decida retirarse?
Me
voy a mantener cerca del beisbol, pero de una forma que me permita estar más
cerca de mi familia. En Venezuela hay mucho talento joven y pelota para rato.
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