EL PROFESOR ADOLFO RODRÍGUEZ ESCRIBE SOBRE MI LIBRO: LAS MERCEDES DEL LLANO Y SU HISTORIA
La
impresión que va dejando este oficiante de la vida que es el Dr Edgardo
Malaspina es la de una especial sensibilidad para compenetrarse con infinidad
de acontecimientos significativos que nos conciernen. Una disposición abierta y
omniabarcadora que suscita, tanto su calidad humana, como la idónea praxis de
profesiones que ha asumido con empeño y convicción. Y una vigilia que lo
mantiene alerta ante el espacioso espectro en que sobrenadan verdades que
anhela o solicitan su pericia narradora. Que cumple en su condición de doctor
en Ciencias Médicas como en su apasionada entrega a la investigación histórica.
Escenarios en que nada le es ajeno, como si transparentara su organismo para que
los síntomas, de una u otra área, se alojen en su acuciosa mente. Objetos de su
vocación auscultadora, pasión renacentista, que desdicen de fronteras, hasta el
punto de que su inquietud es un gran foco que irradia hacia innumerables
ámbitos de la cultura universal. Genio y dedicación que, afortunadamente,
deviene a favor de su pueblo natal -Las Mercedes del Llano, 1959-, del cual se
erige como acertado cronista, con la buena pro o sin ella, de quienes
administran el poder. Son varios ya sus libros que hablan de una comarca que,
para mí como para él, resuena prodigiosa y que, el amoroso espejo con que
aprehende sus pulsaciones, la prestigian cada vez más. Pensándolo, luego de
disfrutar su libro “Las Mercedes del Llano y su Historia” (Fundación el Perro y
La Rana, 2014) en que hace acopio informativo sobre la base territorial,
evidencias arqueológicas, devenir poblacional, entorno económico, sin que falte
el rasgo sencillo, la cotidianidad fascinante, el esfuerzo silencioso de sus
cultores, el canto, las artes plásticas, la poesía, el fulgor de gente que
conocimos. Pasión de aldea y ciudadanía que se esparce sin más limites que la
provisionalidad de una entrega que aguarda nuevos aportes de sus finos
instrumentos de observación para bien de la salud de cuantos nos favorecemos
con sus prescripciones para el alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario