LAS MERCEDES DEL LLANO: MÁS DE UN SIGLO DE HISTORIA

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LIBRO DE EDGARDO MALASPINA.




LAS MERCEDES DEL LLANO Y SU HISTORIA

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2014

domingo, 3 de octubre de 2010

ENTREVISTA AL DIPUTADO MERCEDENSE JOSÉ MANUEL GONZÁLEZ



EL NACIONAL - Domingo 03 de Octubre de 2010
Nación/6

Nació
El foro del domingo JOSÉ MANUEL GONZÁLEZ afirma que Chávez lleva a los sectores productivos al colapso


"Ya le pusimos un freno al Gobierno"


El diputado de la Unidad, electo por Guárico, advierte que aprobar ahora una Ley Habilitante al Presidente sería un golpe de Estado al pueblo venezolano. La oposición, afirma, defenderá en la AN la Constitución y la propiedad privada


CRISTINA MARCANO


DIPUTADO ELECTO POR GUÁRICO (MUD) EX PRESIDENTE DE FEDECÁMARAS INGENIERO AGRÓNOMO UCV PRODUCTOR DE CARNE


S u nombre completo puede tener resonancias oligárquicas, pero a José Manuel González de Tovar (descendiente del pintor Martín de Tovar y Tovar) el único abolengo que parece importarle es haber cargado guacales y manejado tractores en Las Mercedes del Llano, el pueblo de Guárico donde nació.



Asumió la presidencia de Fedecámaras (2007 2009) días antes del gran destape ideológico del Gobierno, cuando el proyecto de reforma constitucional puso las cartas sobre la mesa. Entonces capitaneó la resistencia empresarial, fue investigado por la Asamblea y acusado de desestabilizador.


Por esos tiempos, en VTV decían con sorna que a él no lo conocía nadie aunque, paradójicamente, difundían sus conversaciones telefónicas. Pero el desconocido se coló en el bastión chavista al ganar el primer escaño de la oposición en los últimos 12 años.


González sostiene que el Gobierno no es omnipotente, que la oposición encontró en la unidad el camino para contenerlo y que en la nueva Asamblea habrá ahora "un frente para la defensa de la Constitución y la propiedad privada".


Cuando llegó a Fedecámaras dijo que los empresarios no eran ni del Gobierno ni de la oposición. ¿Cuánto duró su intento de mantenerse al margen de la diatriba política? Menos de un mes. Creíamos que había que ir al diálogo y planteamos nuestra propuesta de abastecimiento agroalimentario, pero en agosto de ese año se lanzó el proyecto de reforma constitucional y vimos por dónde venían.


¿Espera que la Asamblea sirva para propiciar un acercamiento entre el sector público y el privado? Todos tenemos la esperanza de que el Parlamento funcione, no sólo la mayoría que votó por las fuerzas del cambio sino también los que votaron por el PSUV e incluso aquellos que se abstuvieron. Que el sector privado y el público trabajen juntos es un anhelo de todos que se refleja en las encuestas porque, al final, la gente lo que quiere es solución a sus problemas y no enfrentamientos. ¿Será posible que trabajen juntos después de lo sucedido en estos años? Es bastante difícil.


El Gobierno no lee la realidad, no ve la mayoría que expresó su desacuerdo. Quiere creer que el hecho de tener más diputados, gracias a una cirugía electoral, significa que el pueblo habló de otra forma. Es una lectura equivocada con la excusa de seguir radicalizando el socialismo del siglo XXI o este comunismo a la cubana al que se nos quiere llevar y que va a traer más miseria, más conflictividad en el país y alejará cada vez más las inversiones. ¿Cree que el oficialismo apruebe más leyes antes de que se instale la próxima Asamblea?


Aspiramos a que no se siga atentando contra la democracia y la Constitución, a que se lea bien lo que sucedió el 26 de septiembre; pero sí, son capaces de eso y más, como lo han demostrado. ¿Cómo calificaría una ley habilitante para el Presidente? Como un golpe de Estado al pueblo venezolano. Si cometen esa torpeza, esa falta de respeto, sería visto como un golpe a la democracia. Ellos han sido capaces de intentar golpes de Estado, esperemos que no lo hagan.


¿Podrá el bloque parlamentario opositor, con menos diputados, ponerle un freno al Gobierno y a su proyecto? Ya le pusimos un freno, hay muchas cosas que no pueden hacer porque no lograron los dos tercios. Hay que tener claro que la gran ganadora en todo esto fue la unidad y el que piense que ganó por su partido está equivocado. Hay que continuar con la unidad en la Asamblea, donde haremos un frente para la defensa de la Constitución y la propiedad privada. El empresariado cuestiona la Ley para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios.


¿Propondría revisar otras leyes? Desde Fedecámaras introduje un recurso de nulidad contra esa ley porque atenta contra la propiedad privada, viola el artículo 115 de la Constitución y da total discrecionalidad al Ejecutivo para hacerse de los medios productivos. Pero también habría que revisar la Ley de Tierras, las que afectan la descentralización y otras hechas con la Habilitante. Esas leyes tienen el viso de legalidad que le dio una Sala Constitucional que no obedece a los intereses del país sino a un proyecto político ideológico, igual que el resto de los poderes públicos. Todas las leyes que son inconstitucionales deben ser revisadas. Algunas tendrán que ser derogadas y otras reformadas para darle su piso constitucional.



¿No es cándido plantear eso cuando el Gobierno tiene la mayoría simple y el control del TSJ? Tiene la mayoría simple, el control del TSJ y anuncian por ahí que van a sustituir a 31 magistrados antes del 5 de enero. Pero si pensáramos que es cándido no estaríamos luchando por el país. Lo último que podemos hacer es quedarnos de brazos cruzados y perder la esperanza. Tenemos que hacer todos estos planteamientos desde ahora. En 2012 vamos a ser todavía más mayoría y tendremos un nuevo presidente.


¿Cuál será su primera propuesta como diputado? Que deje de ser violado el artículo 305 de la Constitución, que dice que la soberanía agroalimentaria se alcanzará privilegiando la producción nacional. Tenemos una dependencia cada vez mayor de otros países mientras aquí hay cada vez más miseria y delincuencia. Guárico ocupa el segundo lugar en desempleo porque su economía, básicamente agropecuaria, ha disminuido. La gente depende cada vez más del Estado y el Gobierno chantajea a la población. Allá funcionó el voto asistido, que se supone es para personas mayores o analfabetas, con muchos empleados públicos para obligarlos a apoyar al chavismo


. ¿Tiene en su maletín algún proyecto? Una ley orgánica de desarrollo agroalimentario y rural. Hay una gran deuda con ese sector, no sólo de este Gobierno sino de los anteriores. Las políticas agrícolas tienen que ir más allá de un ministro y de un presidente. Necesitamos una ley que realmente nos permita soberanía agroalimentaria, que haya investigación, capacitación, transferencia tecnológica y subsidios. Lo que tiene ahora el Gobierno es una política de subsidios para las importaciones y para los productores de otras latitudes. Es imposible competir con un dólar a 2,60.


¿Cuánto se ha encogido el sector privado y cuánto ha crecido el sector público? La participación del Estado en la economía es cada vez mayor. Hoy controla gran parte de la banca, la distribución de alimentos y las comunicaciones; además de sectores completos como el de cemento y aceros. Empresas rentables que pasaron al Estado ahora son ineficientes y se han convertido en cargas burocráticas. Hay todo un plan para acabar con la producción nacional y hacer grandes negocios. Hasta hace nada exportábamos 400.000 quintales de café y ahora los importamos. Antes, importábamos 50.000 toneladas de leche y ahora casi 350.000. Casi nos autoabastecíamos de carne hasta 2004 y ahora importamos 55%. En 2009, importamos 250.000 toneladas de maíz y este año vamos a tener que importar el doble. Hasta 2004 exportábamos 100.000 toneladas de arroz y ahora estamos importando 350.000. La política económica es totalmente errónea y lleva al colapso de los sectores productivos del país. Sin propiedad privada no hay desarrollo. Los ejemplos sobran. Ahí está Cuba. Lamentablemente este gobierno pretende imponernos ese modelo. En ese modelo no hay debate posible. ¿No teme que los diputados opositores terminen como convidados de piedra? El Gobierno no puede hacer lo que quiere en todo. Dada la fuerza de esta oposición no le queda más remedio que debatir y entrar en un proceso de diálogo, como desea el país. Si no lo hace, será la población venezolana, con sus votos en las próximas elecciones, la que lo obligue a debatir.

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