Blog dedicado aL Municipio Las Mercedes del Llano en el Estado Guárico para recrear su historia, geografía y cultura en general; pero fundamentalmente para hablar de su gente.El blog está dirigido por el Dr. Edgardo Malaspina.
jueves, 21 de diciembre de 2017
sábado, 9 de diciembre de 2017
DON TOMÁS RODRÍGUEZ
LAS MERCEDES DEL LLANO Y SU HISTORIA
Edgardo Malaspina
DON TOMÁS RODRÍGUEZ : LLANERO DE SOGA EN MANO
1
“Llanero
que soga en mano sale a jugarse la vida,
alza la pierna al caballo y se acomoda en la silla. Le pone la vista al llano y
emocionado suspira”. Cada vez que escucho Llanero
de soga en mano de Ángel Ávila me es
inevitable comparar al héroe de este pasaje con Don Tomás Rodríguez: de a caballo , con elegante sombrero, siempre
dispuesto para cualquier maniobra propia de un rodeo; con un canto tras la
manada , o tumbando un toro en una faena
de coleo en plena sabana.
2
Don
Tomás llegó a Las Mercedes proveniente de Barbacoas, tierra de fundadores. En
casi una centuria de vida vio pasar las penas y las alegrías del hombre que
busca el lugar que le corresponde en el mundo al compás de los vaivenes del
destino. Nació con el mismo siglo XX, en La Corona , cerca de Palma Sola, el propio día de San
Tomás , 7 de marzo; por lo que a sus padres, Guillermo Rodríguez y Santiago
Moreno les bastó consultar el calendario de los onomásticos a la hora de
decidir el nombre del primogénito.
3
Es
apenas un párvulo de doce años cuando se enfrenta a la desgracia de ver morir a
sus progenitores. Queda con sus dos
hermanos menores: Sebastián y Domingo. Junto a
ellos vivirá por algún tiempo para cumplir con la promesa hecha a su madre
de no abandonarlos. Pero no está solo porque su hada lo puso en el camino de
don Rafael Carvallo, hombre rico y bondadoso, quien lo acoge en su casa para
brindarle la protección propia de un hogar. Allí encontró el calor familiar y
el ejemplo de gente buena, condiciones que permitieron desarrollar su
inteligencia natural, acrisolar su espíritu y forjar su carácter recio para las
empresas difíciles y los grandes retos
venideros.
4
Con
cuatro lustros de vida, muchos deseos por superarse y una fuerza de voluntad
férrea, Tomás contempla la inmensidad del llano y decide recorrerla. Una
madrugada fría parte en su caballo con capotera, bastimento suficiente y cobija
gruesa. Lo acompaña Dámaso Ramirez, su fiel amigo. No los amilanan los soles
candentes, las noches oscuras y lluviosas, ni el horizonte infinito intimidante
de las sabanas apureñas.
5
Tras cruzar parajes claros o intrincados de
árboles, caños y andurriales hacen una parada en El Punzón, fundación de los tiempos coloniales. La idea es trabajar unos días para continuar
la travesía; pero Dios dispone que se quede por muchos años. El dueño del hato,
Amador Hernández, les ofrece trabajo. Tomás cumple con las labores propias del campo entre mañanas de
ordeño, pastoreos, doma de animales y reparación de cercas. La ocupación de
peón es una escuela ardua que aprueba con dedicación y honradez. Esta pasantía
le enseña la inapreciable lección de que puede llegar a ser también dueño de
tierras en un futuro no muy lejano.
6
La
esperanza y el amor son emociones y sentimientos cercanos, y pronto se casará
con Prisca, sobrina de don Amador. Vendrán sus primeros hijos: Ulises, Mundo,
Tomás y Celina. Vendrá nuevamente la desgracia con la viudez. Pero ya su piel y
su mente están curtidas y preparadas para capear los vendavales de la
existencia. Tendrá otros retoños: Haidee, Irmis y Rafael; antes de contraer
nuevas nupcias con Rosa Elfraile. De esta unión provienen más hijos: Guillermo,
Manuel, Osman, Zobeida, Pervis, Beder, Auspicio, Marisol, Mílvida y Rosa. Toda
su prole es gente de bien, culta y trabajadora.
7
Desde
Hato Viejo, su fundo, don Tomás arreará el rebaño de ganado hasta Garcitas en
tiempos de sequía para abrevar en el Guariquito y el Caujarito. Incansablemente hará este recorrido
trashumante por seis décadas tomando
parte activa en las jornadas de los rodeos. Un dato curioso nos habla de la vitalidad de don Tomás: el
llanero del pasaje de Ángel Ávila asombra por su destreza con la soga a los
setenta años; mientras que nuestro biografiado podía realizar lo mismo con el cabestro, y además hacer una
coleada efectiva de un enorme y bravo toro…a los ochenta años.
8
Don
Tomás en las tertulias recordará a sus
tíos Calazán y Anselmo cuando practicaban el peligroso juego de las armas con
machetes de tarama, una especie de espada antigua recta y filosa con empuñadura
de plata. Hablará también del Manco Morillo, su tío abuelo por línea materna, quien
exhibía con orgullo la pérdida de su mano como digno trofeo obtenido en plena
batalla de Carabobo en el amanecer de la patria. Dirá que el ganado es factor
principal en la hora fundacional de los pueblos, ya que en su búsqueda tras el
agua encuentra los mejores predios para el desarrollo de la sociedad humana.
9
A
los 94 años partió para las sabanas del cielo don Tomás Rodríguez, ilustre
patriarca mercedense , filósofo
autodidacto del llano.
FOTOGRAFÍAS
1.Don
Tomás con doña Rosa. (Fotografía tomada del muro de la Dra. Marisol Rodríguez).
2.
Don Tomás Rodríguez (del libro de don Manuel Figueroa “Recordar es vivir”).
sábado, 2 de diciembre de 2017
LA BATALLA DE LAMEDERO
LAS MERCEDES DEL LLANO Y SU HISTORIA
LA BATALLA DE LAMEDERO
Edgardo Malaspina
1
El último
combate en tierras guariqueñas en el
contexto de la guerra civil durante el
siglo XIX ocurrió en las inmediaciones de Las Mercedes del Llano,
específicamente en el Caño de Lamedero, el 22 de marzo de 1899.
2
Don Manuel
Aquino dice que los guariqueños prefirieron llamar esta refriega como la
batalla del Morichal de los Lambederos, (término que ratifica y rubrica Pedro
Días Seijas, )“porque más pueden el uso y la costumbre que las reglas
gramaticales”. En esta contienda
participó el abogado y escritor Rafael Cabrera Malo. Fue hecho prisionero y
terminó en la cárcel; pero la experiencia le sirvió de inspiración para
escribir sus novelas “El reflejo de los remansos azules” y “La guerra”.
3
En Lamedero fue derrotado en general Ramón Guerra
(era famoso porque hizo prisionero al Mocho Hernández), quien se alzó contra el
presidente de la República, Ignacio Andrade.
4
Don Eduardo Guevara me refirió que en el lugar
histórico solían encontrarse restos de fusiles y proyectiles. Don Teodosio, el
último bonguero de Las Mercedes del Llano y muy amigo de mi padre, en sus
andanzas comerciales con sus burros y mulas, recogió material bélico, el cual
utilizó para erigir un monumento en memoria de
los caídos, y aunque no es un dechado escultural castrense, si constituye
un gesto de respeto y veneración por nuestra historia regional y un lamento por
una tragedia fratricida sangrienta.
5
Precisamente don Teodosio me habló de los parajes a
encontrar en el camino hacia Lamedero, tal vez sin orden rectilíneo, como suele
ser todo en la vida: después de Mejo, Morichalito, Cascón, El Morichal de
Simón, El Salao. Te vas encontrar con Agua Blanca, La culebra, el río Mocapra,
bueno y Lambedero…
6
Una tarde el viejo jeep militar de Tonino nos lleva
hasta Lamedero. Con las coordenadas de don Teodosio, convertidas en trazos que
pretendían ser mapa, Frank Holder va ubicando los sitios. La carretera levanta
piedras y polvo. El carro sin capote hace que nuestros rostros se cubran de
amarillo.
7
Llegamos al Morichal de Lamedero. Nos recibe don
Claro, quien tiene una parcela con animales cerca del caño. Atravesamos un
piñal, cuyas plantas tienen hojas largas espinosas y frutos pequeños. Las mismas cubren cual alfombra el caño y luego
se alzan en una trama casi impenetrable. Pero es necesario caminar entre esa
pared vegetal que produce escozor en la piel. Don Claro afirma que el piñal
creció luego de la batalla: piñas de las capoteras de los soldados regaron el
suelo fértil. Pueden ser también piñas salvajes, pienso. Don Claro conoce los
pormenores del combate por tradición oral y empieza el relato:
-Eso fue hace tiempo, cuando en los ejércitos no
decían ¡fiiiirmes!, sino ¡arrejunten las patas!
IMÁGENES
1.Cabrera Mala se hizo escritor después de la
Batalla de Lamedero.
2 y 3 .Los libros de Cabrera Malo.
4. General Ramón Guerra, derrotado en Lamedero.
5. Casquillo de fusil encontrado en Lamedero por quien estas líneas escribe.
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