EL HOMBRE DE LA FRASE
Edgardo
Malaspina
Gregorio
Marañón afirmaba que la Historia se hace con datos exactos, pero también con
leyendas, porque la leyenda es parte de la vida que fue, importante y necesaria
para conocerla en su dimensión más completa.
Antonio
Angelino es uno de esos personajes, cuya labor como periodista autodidacta se
mueve entre la realidad y la fantasía. Desde el punto de vista estrictamente
histórico se le puede a analizar a través de sus escritos, a los cuales he
tenido acceso, gracias al Dr. Adolfo Rodriguez. Se necesitaría de un equipo de
especialista (sicólogos y grafólogos, entre otros) para estudiarlo y
comprenderlo mejor. Es por tal motivo que
en este momento nos limitamos a abordar
al personaje popular y excéntrico
que dio colorido a toda una época en Las Mercedes del Llano.
Carlojuvenal, quien en sus cuentos de Historias Pueblas, hace descripciones
magistrales de los pequeños y grandes seres mercedenses , lo llamó simplemente El
hombre de la frase y lo idealiza,
considerándolo como un intelectual
preocupado de gran cultura general. Tal
vez no poseía una rigurosa formación académica; pero si tenía una inmensa
vocación por la escritura y los libros. Además era un patriota muy pendiente
consuetudinariamente de los destinos de su pueblo, del país y del mundo para
entender mejor la interrelación dialéctica de lo local con lo universal. Con
letra grande, firme y clara, sus “frases del día” eran leídas a todos los
mercedenses desde la propia mañana. Las portaba en un bolsillo de la camisa,
las cuales al acumularse sobresalían sobre su pecho junto a una pluma. En
esquinas, cafetines y bodegas su voz era escuchada con las noticias frescas más destacadas.
Daba
la información con su frase del día y luego remataba con la coletilla “Antonio
Angelino posdata”. Esto último no era más que una especie de opinión resumida
que encerraba algo así como un pensamiento sobre cualquier tópico en boga
entonces. Citemos algunas: “Psicología para los hombres sociales”. “Los
primeros vampiros en Venezuela son las compañías petroleras ,discuten
concesiones para exprimir más…”. “Holgazanería es la vida de los parlamentarios
en Venezuela, ¡holgazanes!”.”El hombre revolucionario no vacila, porque vacilar
es perder…”
Carlojuvenal
lo comparó con Diógenes , el de la lámpara, y coloco en sus labios estas
palabras: “Con las letras no se llena el saco, es cierto,pero un pueblo harto
de pan y sin cultura es un oasis inconexo en la íngrima textura del desierto.
Es plenitud de vida material, pero pobreza lamentable del espíritu”.
Antonio
Angelino fue un pionero del periodismo oral , ambulante. Se le recordará como
el hombre que irrumpía en las mañanas mercedenses para realizar sus comentarios
mordaces y sus críticas certeras.